El pasado mes de noviembre, el gigante japonés Toyota presentaba su nuevo coche de carreras, el Toyota GR Supra GT4, y por entonces, ya nos ofrecieron todas las especificaciones técnicas e incluso algún vídeo en el que poder ver y escuchar este deportivo de circuito. Ahora, no obstante, parece que el GT4 está ya homologado y listo para la competición.
El GR Supra de carreras ha pasado todas las pruebas necesarias por parte de la SRO (Stéphane Ratel Organisation) de cara a la homologación, y es apto para que los equipos que hayan adquirido uno lo puedan inscribir en diferentes competiciones a nivel europeo. De momento, eso sí, no sabemos cuándo se podrán reanudar todos estos campeonatos.
Las entregas a dichos clientes, por cierto, estaban previstas de forma inmediata, durante este mismo mes de marzo, aunque suponemos que se retrasarán debido a las restricciones que está generando el coronavirus en nuestro continente, y en todo el mundo.
Según Toyota, la demanda de este nuevo coche de categoría GT4 fue tan alta que el primer lote de vehículos se vendió rápidamente. Las reservas para la segunda tanda de coches también se abrieron, y en principio las entregas estaban planeadas unos meses después, ya de cara al verano de 2020.

Un repaso técnico del GR Supra GT4
Presentado inicialmente como un prototipo, en marzo del año pasado, el GR Supra GT4 fue desvelado ya como un modelo definitivo de competición unos meses después, antes de finales de año, con un precio de 175.000 euros. Como ya sabemos, los modelos de categoría GT4 son los más parecidos a sus homólogos de calle, con las modificaciones justas y necesarias.
En este caso, el motor de gasolina es el mismo que el del modelo de calle, es decir, un 3,0 litros de seis cilindros en línea y turboalimentado, aunque con una potencia de 435 CV y un par máximo de 650 Nm, en lugar de los 340 CV y 500 Nm del de serie. No obstante, hay diferentes niveles de potencia disponibles a través de la ECU Magneti Marelli, en función de la normativa de cada campeonato.



El bloque se combina con una transmisión automática de siete relaciones, accionada por levas, que envía la fuerza del propulsor únicamente a las ruedas traseras, a través de un diferencial autoblocante con especificaciones de competición. Además, hablamos de un vehículo que pesa 1.350 kilogramos, en lugar de los más de 1.500 kilos del coche de serie.
A todo esto hay que sumar, además del kit aerodinámico correspondiente, un eje de transmisión de GKN Motorsport, un sistema de escape firmado por Akrapovic, un equipo de frenos Brembo, amortiguadores KW ajustables, llantas OZ de 17 pulgadas o neumáticos Pirelli, también para circuito. En el habitáculo no faltan tampoco una jaula antivuelco integrada, asientos OMP de carreras o arneses de seis puntos.