Un país emergente como Turquía ya puede presumir de tener una marca nacional... y, dentro de poco, modelos propios. Durante la próxima década, el nuevo fabricante TOGG lanzará cinco vehículos eléctricos. Inicialmente, aparecerán un SUV compacto y una berlina, y más adelante, aterrizarán un compacto, un todocamino urbano y un monovolumen. 

Desde luego, se trata de un hito para el país otomano, de ahí que el presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, no haya dudado en encabezar el acto de presentación de TOGG. En el evento, adelantó que la nueva fábrica dispondrá de un millón de metros cuadrados en la localidad portuaria de Gemlik. 

Además, explicó que el objetivo es ver a estos automóviles en las carreteras de todo el mundo y también informó de que, en 2022, la infraestructura de carga estará plenamente operativa en todo el país. 

Todos estos coches podrán escogerse con 200 o 400 CV, así como con propulsión trasera o tracción total. En el mejor de los casos, la autonomía llegará a los 500 kilómetros y, a través de una carga rápida, la batería estará lista en menos de 30 minutos. 

En término de prestaciones, las versiones de 200 CV completarán la aceleración de 0 a 100 km/h en el entorno de los 7,5 segundos, mientras que las de 400 serán capaces de realizarla en menos de 5,0 segundos. 

TOGG, primera marca turca

Por si fuera poco, estos automóviles dispondrán del nivel 3 de conducción autónoma, lo que indica la avanzada tecnología que incorporan.  

Rifat Hisarcıklıoğlu, presidente de TOGG, explicó que "no compraremos una licencia, sino que la venderemos, tendremos nuestra propia fábrica de montaje y no trabajaremos para la patente de otra persona, sino para una propia". La compañía proporcionará empleo a 20.000 personas, incluidas 4.300 de forma directa. Según los objetivos, el primer vehículo saldrá de la línea de montaje en 2022.