A principios de la década que está llegando a su fin, los superdeportivos híbridos enchufables estaban en auge, especialmente con la llegada en 2013 de los McLaren P1, Porsche 918 Spyder y Ferrari LaFerrari. La respuesta de Lamborghini llegó al año siguiente con el Asterion, un concept car igualmente electrificado.

En la mitología griega, Asterion es una segunda denominación del Minotauro, una criatura híbrida con cuerpo de hombre y cabeza de toro. Desde luego, el nombre escogido fue especialmente acertado.

El nombre en clave de este prototipo es LPI 910-4. Las siglas significan "híbrido posterior longitudinal", mientras que los números explican que desarrolla 910 CV y dispone de tracción a las cuatro ruedas.

Mecánicamente, nos encontramos con el motor V10 FSI, atmosférico, de 5,2 litros y 610 CV, ya utilizado en el Huracán. La marca italiana acopló tres propulsores eléctricos situados en la parte delantera, con 100 CV cada uno. Al igual que muchos híbridos enchufables, el Asterion podía recorrer 50 kilómetros y alcanzar 125 km/h sin emplear la mecánica de gasolina.

En cuanto a las prestaciones, el Asterion declaraba una velocidad máxima de 320 km/h y una aceleración de 0 a 100 en 3,0 segundos. Por su parte, homologaba un consumo de 4,1 litros cada 100 kilómetros y unas emisiones de dióxido de carbono (CO2) de 98 g/km, en ciclo NEDC. 

Por supuesto, el coche disponía de un sistema de recuperación de energía. La transmisión asociada era una automática de doble embrague, con siete velocidades. 

Lamborghini Asterion 2014

En el apartado estético, no había duda de que se trataba de un prototipo de Lamborghini, aunque el diseñador Filippo Perini, creador del Aventador, el Urus y el Veneno, recurrió a un estilo 'neo-retro', bastante original y atractivo, bajo nuestro parecer. 

Lamentablemente, este proyecto no generó un modelo de producción. También en 2014 se presentó el concept car del Urus y huelga explicar qué vehículo centró todos los esfuerzos por parte de la compañía boloñesa...