Siguiendo el camino marcado por la versión de cinco puertas, la carrocería familiar del Ford Focus, conocida como Sportbreak, se une a la moda todocamino.
Así nace esta nueva versión del Ford Focus Active 2019, que combina los rasgos estéticos de un crossover, con una suspensión elevada y distintas protecciones en material plástico, al tiempo que prescinde de la tracción total. Como lo oyes, en ningún caso habrá versiones 4x4.
Eso sí, este nuevo modelo, que se une a una familia Active en la que también encontramos a los Fiesta o KA+, cuenta con dos nuevos modos, conocidos como Resbaladizo y Trail, seleccionables a través del control dinámico de la conducción.
Con ellos, se ajusta el control electrónico de estabilidad y el control de tracción, de cara a conseguir un mejor agarre en superficies como nieve o barro, en el caso del primero, o para transitar por terrenos blandos, como la arena, en el segundo supuesto.

Siempre con suspensión multibrazo
Al hablar del Ford Focus Active 2019, una ventaja importante es la inclusión de serie, en todos los casos, de una suspensión trasera de tipo multibrazo. Recordemos que, en el modelo convencional, las mecánicas de acceso recurren a un eje torsional.
Independientemente de este aspecto, se han llevado a cabo distintas modificaciones, de cara a ganar altura libre al suelo: 30 milímetros, en el eje delantero, y 34, en el trasero. Del mismo modo, cuenta con neumáticos de mayor perfil y llantas de aleación de 17 o 18 pulgadas.

A su llegada, el Ford Focus Active 2019 anuncia una gama compuesta por cuatro motores, dos de gasolina y dos de ciclo diésel. Entre los primeros, las informaciones iniciales hablan de versiones de los 1.0 y 1.5 EcoBoost, con hasta 182 CV. Entre los segundos, aparecen los 1.5 y 2.0 EcoBlue, de hasta 150 CV.
Respecto al cambio, podrá elegirse entre una caja manual, de seis relaciones, o una automática con convertidor de par, de ocho.