La Sarthe es sinónimo de leyendas, lágrimas, victorias y también desgracias, como la que se recuerda con una placa conmemorativa en su recta de meta, en homenaje a los 83 espectadores y al piloto Pierre Bouillin, que perdieron la vida en la edición de 1955.

Pero el trazado, que mezcla carreteras públicas con el circuito fijo de Bugatti, también es sinónimo de fiesta, con los miles de aficionados que se darán cita el próximo fin de semana, combinando el olor a barbacoa con el de gasolina y los conciertos que llegan con la noche. 

Allí se trasladó el equipo de Motorsport.com España para recorrer, palmo a palmo, el escenario en el que Fernando Alonso debutará el próximo fin de semana, con la esperanza de hacerse con la segunda joya de su soñada Triple Corona. 

Episodio 1:

En este vídeo reportaje os descubrimos los secretos de Le Mans y sus recovecos, ¡no os lo perdáis!