Ford es una marca dominante en la aplicación de la ley, al haber vendido 43.000 coches policía en Estados Unidos, cerca del 60% del mercado, el año pasado. "Somos líderes en este nicho", explicó Michele Bartlett, responsable de flotas gubernamentales de la firma del óvalo. Ahora, Ford espera ampliar aún más este negocio con el F-150 2018, el primer pick-up desarrollado para persecuciones.
Basado en la versión FX4 con paquete off-road, el modelo norteamericano monta un propulsor de gasolina de la familia EcoBoost, de 3,5 litros y V6, que entrega 380 CV. La mecánica trabaja junto a una transmisión automática de diez velocidades, combinación con la que el vehículo alcanza los 161 km/h. ¿Te imaginas a este mastodonte a esa velocidad punta?

Preparado para todo
Para cumplir con su función de forma adecuada, el coche patrulla Ford F-150 2018 estrena componentes, como un equipo de frenos más potente, neumáticos todoterreno, barra antivuelco delantera de mayores dimensiones y alternador de 240 amperios.
"Sabemos que los policías emplean estos coches como oficinas móviles", afirmó Bartlett. Por eso, los ingenieros buscaron aumentar el espacio interior. Por ejemplo, se renunció a la plaza central trasera y se instaló un soporte específico para poder colocar los ordenadores portátiles y los equipos de comunicaciones.
Asimismo, los asientos están acabados en una tapicería reforzada e incluyen placas de acero para reducir las consecuencias de un posible apuñalamiento por parte de los arrestados, situados en la parte trasera del vehículo. Estos asientos y el suelo son de vinilo, para poderse limpiar fácilmente.

Como buen pick-up que es, el coche patrulla Ford F-150 2018 podrá remolcar 3.175 kilos. La firma estadounidense dice que muchos clientes de este tipo de flotas estaban pidiendo un modelo así, para departamentos rurales y policías que trabajan en las fronteras del país.