La electrónica ha cambiado de forma radical la manera en la que el conductor interactúa con el vehículo, eliminando la necesidad de disponer de muchos controles físicos, que gradualmente se van sustituyendo por otro tipo de mandos, algunos táctiles, que pueden gustarte más o menos, pero ahí están.

Este proceso podría acabar llegando a afectar a los controles básicos del coche, como el volante o los pedales que, en un futuro, cuando se desarrolle la conducción 100% autónoma, podrían incluso desaparecer. En los automóviles actuales, no obstante, ya se está prescindiendo de un mando que hasta ahora había sido fundamental: la palanca de cambios.

¿Cómo es posible que desaparezca la palanca? Pues, básicamente, porque se opta por otro tipo de selectores, como diales o botoneras, pero lógicamente hablamos de coches automáticos, ya que los manuales, de momento, conservan la clásica palanca. Veamos algunos ejemplos.