Muy distinguible del resto de la gama
El MINI JCW ALL4 Clubman mide 4,25 metros de longitud, por lo que se sitúa entre los compactos más cortos del mercado. Más allá de este punto curioso, lo más importante es que su estética deportiva se nota nada más poner la vista sobre él.
De hecho, son muchos los componentes específicos: parrilla, paragolpes, faldones laterales, llantas de aleación de 18 pulgadas (opcionales de 19), doble salida de escape cromada, spoiler trasero... Por si fuera poco, por primera vez, hay disponibles faros LED, que son de serie, además de los pilotos que también incluyen esta misma tecnología de diodos sin sobreprecio.
Espacio interior normal
Al no ser excesivamente largo, la habitabilidad de este coche no es especialmente destacable. No obstante, el JCW Clubman sí ofrece un suficiente espacio para cuatro adultos de talla media, de tal forma que es un vehículo no descartable para un largo desplazamiento a plena carga.
En cuanto a los asientos delanteros, con los reposacabezas integrados, me parecen perfectos para poder utilizarlos diariamente, pues sujetan bastante bien el cuerpo y no resultan especialmente agobiantes. El conductor puede ir en una posición baja y con las piernas bien estiradas, algo que personalmente me gusta.
Maletero con 360 litros
La zona de carga del vehículo británico ofrece un volumen de 360 litros, que no está mal si tenemos en cuenta que el futuro Volkswagen Golf R, por poner un ejemplo, cuenta con 380.
El hecho de contar con dos pequeñas puertas para acceder al maletero tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Entre los contras, restan visibilidad al conductor a través del retrovisor interior, pero a cambio, queda un amplio hueco para introducir o sacar el equipaje. Por cierto, los asientos traseros se pueden abatir, con lo que queda un espacio de 1.250 litros.
Motor turbo de 2,0 litros
El propulsor asociado a esta versión de altas prestaciones es el conocido bloque turboalimentado de gasolina, con cuatro cilindros, 2,0 litros y 306 CV, que se vincula exclusivamente a una transmisión automática con convertidor de par, de ocho velocidades, y función Launch Control.
La tracción a las cuatro ruedas corre a cargo de un embrague multidisco Torsen, que se complementa con un diferencial autoblocante mecánico para el eje delantero. A todo esto, se suma una suspensión más firme, que reduce la altura libre al suelo en 10 milímetros. No obstante, el cliente también puede escoger una suspensión adaptativa.
Por último, el equipo de frenos, sobredimensionado frente al Clubman normal, está compuesto por discos delanteros ventilados de 360 milímetros de diámetro y traseros de 330.
Interior especial
El habitáculo de cualquier MINI sigue siendo muy especial y un punto muy exclusivo, frente al de cualquier contrincante. Es cierto que el elevado número de mandos en la consola central supone un pequeño periodo de adaptación, pero la alta calidad de realización resulta intachable.
Como comentaba antes, la visibilidad del conductor es buena en todos los ángulos, salvo hacia atrás, pero tampoco la doble puerta genera situaciones de peligro por reducir algo el campo de visión.
Muy divertido... y seguro
Al volante del MINI JCW ALL4 Clubman 2020, advertimos que no estamos ante un modelo extremo por los reglajes del chasis. De ese modo, la configuración de la suspensión nos permite ciertas licencias al pasar por irregularidades o por 'guardias tumbados'.
Pero lo mejor viene al abandonar la ciudad y afrontar un tramo de curvas, que es donde el coche puede sacar lo mejor de sí. Al tratarse de un MINI, no nos ha sorprendido la excelente agilidad a la hora de cambiar de trayectoria. A esta cualidad se unen una excelente motricidad y un eje trasero bastante dócil. No es un coche 'nervioso', como lo puede ser el MINI Hatchback (tres puertas) por su corta batalla.
De este modo, el coche no sufre nada a la hora de sacarle las cosquillas y también los frenos aportan un mordiente ideal en conducción deportiva.
En ese tipo de uso, el motor gasta más de los 8,1 litros cada 100 kilómetros que anuncia en ciclo combinado (homologación WLTP), pero si no lo exprimimos no le cuesta rondar esa cifra o incluso bajarla.
No se me deben olvidar las prestaciones, pues son muy significativas: velocidad máxima de 250 km/h, autolimitada electrónicamente, y aceleración de 0 a 100 en apenas 4,9 segundos.
Por 49.600 euros
No nos sorprende tampoco que por un MINI haya que pagar más que por los rivales directos. En este caso, la tarifa oficial es de 49.600 euros. Sin duda, supone un fuerte desembolso, pero para entenderlo y comprenderlo, hay que considerar la exclusividad del coche y la baja depreciación que tienen los modelos del fabricante británico.
Si no pones precio a tu diversión al volante, aquí tienes una magnífica forma de gastar tu presupuesto.