Mercedes-Benz 300 y 300 S (W186, W187, W189) (1951 - 1954)
Fue el Mercedes 300 el que revivió las grandes berlina alemanas después de la Segunda Guerra Mundial. Los ingenieros querían desarrollar un modelo nuevo, algo más bello, más eficiente y, sobre todo, más cómodo.
Así que para demostrar su 'know-how' (estamos a principios de los 50), los alemanes decidieron centrarse en la seguridad y convertirla en la punta de lanza del Clase S. Por lo tanto, el coche estaba diseñado con bisagras y cerraduras más fuertes para evitar que las puertas se desprendiesen en caso de accidente. Pero también añadió frenos de tambor delanteros, de tipo Duplex, con una distribución igual de fuerzas entre las dos zapatas del tambor.
Aunque la imagen muestra un W187 (coupé), las evoluciones son idénticas. Es evidente la intención por ofrecer lujo de muchas formas.
Mercedes-Benz Ponton (W105, W120, W121, W128, W180) (1954 - 1959)
La generación Pontón supone la transición de la primera generación del Clase S a la tercera. En 1954, Mercedes-Benz desarrolla definitivamente el estilo de una berlina de tres cuerpos, grande y lujosa. En un intento por acercarse a la demanda del mercado, que exige modernidad y diseño, la marca alemana transformó su buque insignia.
De hecho, su nombre lo dice todo. El estilo de pontón aportaba un diseño muy fluido a la carrocería, desde el frontal hasta la zaga, un estilo que ahora ha desaparecido, pero que era la norma en ese momento. La típica gran parrilla y la estrella en el capó, se sumaban al diseño de las ópticas principales, para dar a entender que era algo más que un Mercedes-Benz.
Es la generación que estrena la visión moderna de Mercedes-Benz, con una línea y un diseño que durará hasta 1972, pero que evolucionará con pequeños retoques.
Mercedes-Benz Heckflosse (W108, W109, W110, W111, W112) (1959 - 1972)
En 1959, el Clase S estrenó su tercera entrega, con apenas ocho años de existencia. Estableció un listón muy alto en el momento de su lanzamiento: una celda de protección para el habitáculo, frenos de disco en las versiones más potentes y la versión de chasis alargado, además de cinturones de seguridad de tres puntos de anclaje. Era una tecnología completamente nueva desarrollada por Volvo en ese momento.
También contaba con suspensión neumática y un sistema de balanceo trasero hidroneumático, para ofrecer la máxima comodidad a los pasajeros.
El diseño era llamativo, con unas ópticas principales verticales y colores a veces sorprendentes.
La historia previa al Clase S
Acabamos de presentar los inicios de la Clase S en los años 50, con no menos de tres evoluciones, en apenas 10 años, entre 1951 y 1959. Aunque en la actualidad, estas generaciones están asociadas la berlina de lujo alemana, nunca fueron denominados como Clase S.
No fue hasta 1972, cuando la gama del Clase S tomó forma con el W116. Este es el verdadero primer Clase S.
Série W116 (1972 - 1980)
En 1972 se construyó el primer Clase S. Para alcanzar este nivel de avance tecnológico, los diseñadores se sumergieron en su desarrollo solo unos meses después de lanzar el W108 y el W109, en 1966. Entre sus novedades, cabe destacar el nuevo diseño horizontal de las ópticas principales.
Este es el primer coche que equipa ABS de serie. Cabe señalar que este lugar podría haber sido ocupado por el Citroën SM, pero la mala salud económica de la marca impidió que se alzase con este 'hito'. Unos meses después del Clase S, fue el BMW Serie 7 el que también ofreció el sistema antibloqueo de frenos.
También reforzó la seguridad de los ocupantes desplazando el depósito de combustible sobre el eje trasero, lo que lo mantenía alejado del habitáculo.
Asismismo, equipó el motor de mayor tamaño de la posguerra, gracias a un bloque V8, con 6,9 litros de cilindrada. Cada motor ensamblado a mano que salía de la fábrica, pasaba 265 minutos en el banco, 40 de los cuales se probaba a máxima potencia. Se fabricaron 7.380 unidades de este exclusivo vehículo.
Série W126 (1979 - 1991)
Después de haber impresionado con la generación W116, Mercedes-Benz pretendía repetir la hazaña con el W126. Y lo consiguió, a pesar de un diseño mucho más rectangular, el coeficiente aerodinámico (Cx) era de 0,36, un valor destacado para un coche de los años 80.
Desde el punto de vista de la seguridad, es el primer coche en el mundo que pasa la prueba de choque con un impacto escalonado. De esta forma, los ocupantes no eran aplastados por el contenido del vano motor.
También contaba con airbag para el conductor (desde 1981) y airbag para el acompañante (1985). La marca de la estrella puede no ser la primera en ofrecer este sistema. Pero es el primero en considerar el dúo cinturón/airbag como un todo.
Los pasajeros traseros también estrenan cinturones con 3 puntos de anclaje. Una vez más, Mercedes-Benz está entre los primeros en equipar 4 cinturones de seguridad en sus modelos.
Ha sido el Mercedes-Benz Clase S más vendido de la historia con 892.123 unidades.
Serie W140 (1991 - 1998)
A principios de los años 90, el mercado de las berlinas de lujo se hace cada vez más competitivo. Audi quiere hacerse un hueco, BMW apuesta por el exitoso Serie 7 (Type E32) y en Estados Unidos, Toyota lanza a través de Lexus, el LS, su visión del lujo. Y Mercedes-Benz tenía que enfrentarse a un número creciente de rivales, cada vez mejor preparados.
Sin embargo, estamos hablando de la firma de la estrella y su respuesta siempre ha sido eficaz. El W140 era tan poderoso como el resto de competidores. Así, en 1991 Mercedes-Benz comenzó a incluir la electrónica, con la llegada del control electrónico de estabilidad (ESP), que mejoraba el dinamismo de la berlina una barbaridad. También recibió una suspensión adaptativa y una dirección asistida variable. Para adaptarse lo mejor posible a la morfología de los pasajeros delanteros, el cinturón de seguridad se adapta automáticamente en altura y el coche estrena airbags laterales.
Esta generación también asistió al debut del ahora famoso bloque V12.
Serie W220 (1998 - 2005)
A finales de los años 90 y principios del 2000, el diseño de Mercedes-Benz parecía pasado de moda. Así que para remediar esto, la firma alemana desarrolló el W220.
¿La cúspide de esta tecnología? El control de crucero adaptativo. Mitsubishi y Toyota ya habían abordado este problema y habían añadido este sistema a sus coches de producción. Así que para asegurar un sistema más eficiente y completo, Mercedes-Benz mejoró la propuesta.
Los japoneses habían desarrollado una tecnología basada en un sistema Lidar (que funcionaba a través de un láser), pero esto no era lo suficientemente preciso para Mercedes-Benz. Así que la firma de la estrella ideó una tecnología mediante un radar. El coche recuperaba información de forma más precisa y rápida. Así, en 1999 nació el sistema DISTRONIC, estableciendo un nuevo estándar en materia de tecnología en el mundo del automóvil.
Eso no es todo, ya que este Clase S se preocupaba por el respeto del medio ambiente, apostando por un sistema de desactivación selectiva de cilindros y por la reputada suspensión AIRMATIC, equipada de serie. A partir de 2002, incluye el sistema de tracción a las cuatro ruedas, lo que se conoce como 4MATIC.
Serie W221 (2005 - 2013)
La generación W221 tuvo un desarrollo complicado. Sus problemas de fiabilidad y su caprichosa electrónica generaron muchos problemas a los clientes. No obstante, fue el primer Mercedes-Benz en apostar por un sistema de hibridación. Es cierto que era un sistema primitivo, alejado de las cero emisiones de los vehículos actuales. Pero era un primer paso.
El S400 híbrido solo tenía una batería de iones de litio de 0,8 kWh y un pequeño motor eléctrico de 15 kW situado entre el motor de combustión y la caja de cambios. Se trataba de un modelo híbrido, aunque esta tecnología llevó su tiempo de desarrollo, ya que se estrenó en 2009.
Serie W222 (2013 - 2021)
Después de ser pioneros en ayudas a la conducción y otros avances electrónicos, la generación W222 lo tenía complicado. Pero logró sorprendernos gracias a la conducción autónoma, nada menos.
Nada más comercializarse recibió una cámara en la parte superior del parabrisas que escaneaba la carretera (más de 15 metros por delante), la distancia entre los coches, las condiciones del tráfico y la lectura de las señales (entre otras cosas) para que el coche pudiera reaccionar lo más rápido posible. El ajuste en tiempo real de la suspensión adaptativa también se realizaba con los datos recogidos por la cámara y los sensores del coche.
Detrás de todo esto, estaba la idea de Mercedes-Benz de explorar la conducción autónoma. Gracias al sistema Distronic Plus, el coche podría permanecer en el carril, por sí mismo, durante unos minutos, sin la ayuda del conductor.
Los ingenieros de Mercedes-Benz afirmaban que se podía conducir un Clase S de serie, durante unos 50 kilómetros, sin tocar el volante o los pedales.
Serie W223 (desde 2021)
Aún no sabemos cómo será. Pero Mercedes-Benz acaba de revelar muchas de las capacidades de la berlina. Sobre todo, desde el punto de vista del confort interior y más en concreto, todo lo que afectará a la electrónica de a bordo.
El nuevo modelo tendrá 27 botones menos, gracias a la adopción de una pantalla digital táctil. En total, hay 5 pantallas, pero no todas están en la parte delantera. Tres están en el salpicadero y la consola central y dos en la parte trasera.
También habrá muchas opciones de control, mediante gestos con las manos, pero también con los ojos y predicciones basadas en los movimientos dentro del vehículo. La segunda generación del sistema MBUX establecerá un nuevo estándar en el campo del entretenimiento dentro del vehículo.