Audi Coupé B3 (1988 - 1996)
Este coupé, desarrollado a partir del Audi 80, contaba con un práctico habitáculo de cinco plazas y una carrocería con una trasera redondeada que levantaba pasiones en la época.
También ofreció versiones deportivas, como el S2, de 230 CV que, con la ayuda del sistema de tracción total quattro, era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6,2 segundos.
Audi V8 quattro (1988 - 1993)
El Audi V8 quattro nació con la intención de rivalizar contra las variantes más prestacionales de BMW y Mercedes-Benz.
Para ello, empleaba un propulsor de ocho cilindros en V, con 3,6 litros y 250 CV, que se podía combinar con una caja de cambios manual de cinco velocidades o con una automática de cuatro.
En 1991, recibió un restyling que, además de retoques estéticos, supuso la incorporación de un motor V8 de 4,2 litros, con 280 CV; así como una caja de cambios manual, de seis velocidades.
BMW Serie 5 E34 (1988 - 1996)
La tercera entrega del BMW Serie 5 se comercializó con carrocerías de cuatro puertas y familiar Touring, así como con mecánicas de cuatro, seis y ocho cilindros, que oscilaron entre los 115 CV del 518i y los 340 del BMW M5.
¿Una curiosidad? El 525 tds con motor turbodiésel, de 143 CV, fue el coche de gasóleo más rápido del mundo.
Por otro lado, fue el primer BMW Serie 5 en incorporar suspensión adaptativa, una dirección con asistencia variable, ABS o control de estabilidad.
BMW Z1 (1988 - 1991)
El BMW Z1 es uno de los roadsters de finales de los años 80 y principios de los 90 que más se está revalorizando.
¿Las razones? Fue el modelo que inició la tradición de los biplaza de BMW, al que siguieron los Z3, Z4 y Z8. Además, estaba dotado de unas peculiares puertas retráctiles eléctricas que, al abrirse, se deslizaban hasta abajo, ocultándose en el propio coche.
Por último, el hecho de que tan solo se fabricaran 8.000 unidades, ha contribuido a que sea un modelo muy exclusivo. Estaba impulsado por un motor atmosférico de gasolina, de 2,5 litros y 170 CV, que le permitía alcanzar 225 km/h y pasar de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos.
Fiat Tipo (1988 - 1995)
Sin duda, fue uno de los compactos más punteros de su época. En tan solo 3,95 metros de longitud (medía lo mismo que los utilitarios actuales), ofrecía espacio para cinco ocupantes... algo que le permitió vender más de 2 millones de unidades.
Además, en el plano tecnológico, el antecesor del Bravo se convirtió en uno de los modelos más revolucionarios de la firma italiana. De hecho, fue el primer Fiat galvanizado por completo, algo que incrementaba notablemente la resistencia al óxido.
Asimismo, incluía unas puertas de fibra de vidrio para aligerar el peso y algo que se ha puesto de moda en la actualidad: una instrumentación digital.
Tampoco faltó una versión deportiva con motor 2.0 de gasolina, con 16 válvulas y 145 CV, que le permitía acelerar de 0 a 100 km/h en 8,2 segundos y alcanzar 208 km/h.
La plataforma era muy versátil, como demuestra el hecho de que también la utilizaran los Fiat Tempra y Coupé, así como los Alfa Romeo 145, 146, 155, Spider y GTV.
Opel Vectra (1988 - 1995)
Fue el reemplazo del exitoso Ascona, la primera de las tres generaciones del Vectra y el primer Opel en poder incorporar un sistema de tracción total opcional.
En la época, era un modelo tremendamente equilibrado, con un excelente coeficiente aerodinámico (Cx) de 0,29 y un maletero de 530 litros. Tampoco faltaron carrocerías de tres y cinco puertas, ni motores de gasolina muy potentes, como el 2.5 V6 de 170 CV procedente del Omega, o el 2.0 Turbo de 204 CV del Calibra.
En 1992, recibió un restyling, tras el que pasó a denominarse Opel Vectra Merit.
Renault 19 (1988 - 2001)
Comenzó a venderse en noviembre de 1988, para sustituir al Renault 11, frente al que supuso un salto notable por calidad de acabado, habitabilidad y amplitud de gama.
De hecho, a las carrocerías de tres y cinco puertas, este Renault añadió una versión de cuatro puertas, denominada Chamade y una variante Cabriolet, con capota de lona. Se comercializó con motores de entre 60 y 140 CV.
¿Una curiosidad? Fue el último modelo de Renault cuyo nombre era un número.
Suzuki Vitara (1988 - 1998)
El nombre de este todoterreno, derivado de la voz latina Vita, apareció en 1988 y estaba dotado de un chasis de largueros y lucía una carrocería de tres puertas.
Con tan solo 3,56 metros de longitud y menos de 1.000 kilos de peso, el Suzuki Vitara se convirtió en el TT más ligero del mercado, algo que le permitía ofrecer unas prestaciones razonables a su mecánica de gasolina, de 1,6 litros y 80 CV.
Además de una gran eficacia en campo, este Suzuki fue uno de los TT con mejor dinámica en asfalto.
En 1990, aparecieron la carrocería de cinco puertas, el techo metálico y la variante de batalla larga; así como las versiones gasolina V6, de 2,0 litros, y el primer propulsor de ciclo diésel.
Volkswagen Corrado (1988 - 1995)
Este coupé de 2+2 plazas contaba con una carrocería de diseño espectacular, así como con una completísima gama de motores de gasolina, que oscilaba entre los 116 y los 190 CV.
También contaba con una habitabilidad muy buena y soluciones que, en la época, parecían de ciencia ficción, como un alerón trasero que se elevaba automáticamente a partir de 120 km/h. Si quieres saber más, abajo tienes toda la información sobre este deportivo.
Volkswagen Passat B3 (1988 - 1993)
Tal vez, la tercera generación del Volkswagen Passat no sea la más recordada de su historia, pero introdujo algunos cambios importantes en la historia del modelo.
Para empezar, esta entrega cambió el planteamiento de este automóvil. De hecho, fue la primera que trato de marcar distancias con las berlinas generalistas para acercarse a las de representación, la que introdujo los motores transversales y en la que se instauraron versiones de cuatro puertas y familiar como las únicas disponibles.
Por otro lado, este Volkswagen era un modelo muy fiable, cómodo y con una aerodinámica brillante para la época. De hecho, conseguía un coeficiente aerodinámico (Cx), de tan solo 0,29, gracias a soluciones como unos vierteaguas y unas ventanillas enrasadas en la carrocería, o un frontal cubierto... en el que propio logotipo de Volkswagen ejercía de toma de aire.
Este modelo se comercializó con mecánicas de gasolina de entre 75 y 174 CV; así como con un propulsor atmosférico de gasóleo, de 68 CV, y dos turbodiésel con 75 y 80 CV.