Audi 100 5E (1976)
Con todos vosotros, el primer Audi con motor de gasolina de cinco cilindros. Efectivamente, se trata de un Audi 100 C2 5E, de 1976, que gracias a un bloque de 2,1 litros de cilindrada, entregaba 136 CV de potencia y 185 Nm de par máximo.
Además, el mérito reside en que fue el primer propulsor de este tipo en comercializarse. Porque si hablamos de cinco cilindros diésel, era Mercedes-Benz quien abría camino.
Audi 100 5D (1978)
En 1978, también fue el Audi 100 el que recibió un bloque de cinco cilindros, diésel en este caso, de 70 CV. Asimismo, más adelante, llegaría una nueva versión de gasolina de cinco cilindros, llamada 5S, con 115 CV.
Con el cambio de generación (C3) en 1984, el Audi 100 de ciclo diésel pasó de 70 a 87 CV.
Audi 200 5T (1980)
En el caso del 200, hubo una primera versión, denominada 5E, que saltó a la palestra en 1979, con el mencionado motor de cinco cilindros, de 2,1 litros y 136 CV.
Un año después, llegó al mercado el 5T, con el mismo motor, pero con más potencia (170 CV), gracias al empleo de un turbocompresor KKK. En cuanto a las prestaciones, alcanzaba los 202 km/h y aceleraba de 0 a 100 en 9,0 segundos.
Audi Quattro y Sport Quattro (1980 y 1984)
En 1980 comienza la historia del Audi Quattro (en la imagen), que contó con dos motores distintos: 2.1, de 203 CV, y 2.2, de 223.
En 1984, de cara a homologar el coche de competición con el que pretendía competir en la etapa final del Grupo B, Audi desarrolló 200 unidades del Sport Quattro, cuya potencia ascendió a los 306 CV.
Audi 80 B2 (1982)
En el caso del 80, en la primavera del 78, estrenó una variante de acceso del cinco cilindros de gasolina, con 1,9 litros y 115 CV. ¿Su objetivo? Sustituir al antiguo tetracilíndrico, con 2,0 litros.
Audi Quattro A1-A2 y Sport Quattro (1983 y 1984)
En esas distintas evoluciones, fue uno de los triunfadores del Campeonato del Mundo de Rallies, en la etapa del Grupo B. A fin de cuentas, permitió que Hannu Mikkola y Stig Blomqvist se hicieran con el título en 1983 y 1984.
Según los datos de la época, este motor, que fue todo un empujón para la popularidad de los motores de cinco cilindros, entregaba unos 360 o 370 CV y 450 Nm de par.
Audi Sport Quattro S1/E2 (1985-1986)
Contrariamente a lo que se piensa, la última evolución del coche de rallies no fue la más exitosa; al menos, en lo que al Mundial se refiere. Y eso que fue tremendamente potente, ya que llegó a alcanzar 600 CV. Sin embargo, solo cosechó una victoria, a manos de Walter Röhrl, en sus seis apariciones.
Eso sí, tras la obligada jubilación, su fama aumentó, todavía más, tras el triunfo del piloto alemán en Pikes Peak, en 1987.
Audi Coupé 2.3 E (1989)
Pasan los años y el cinco cilindros de Audi sigue con su evolución; en este caso, con un nuevo sistema de encendido electrónico y un convertidor catalítico. Con 136 CV de potencia y 188 Nm, encontramos este motor en el Audi Coupé 2.3 E del año 1989.
Más tarde, llegaría la versión 20V Quattro, con 170 CV y 219 Nm de par máximo.
Audi 90 quattro IMSA GTO (1989)
Los certámenes de turismos, como el IMSA GT, fueron el destino escogido por la marca, tras su salida del mundo de los rallies. Allí, pudimos ver el motor de cinco cilindros más potente que ha ensamblado Audi, al menos, oficialmente.
A fin de cuentas, el bloque 2.2 que montaba el Audi 90 quattro IMSA GTO declaraba 720 CV de potencia, unos 200 más que su antecesor, el 200 Trans-Am.
Audi 100 TDI (1990)
Siguiendo los pasos del Fiat Croma, este bloque de 2,5 litros fue uno de los primeros motores turbodiésel del mundo que incorporaron inyección directa.
Estrenado en el Audi 100 TDI, en 1990, contaba con 120 CV y 265 Nm. Una evolución posterior, en 1994, permitió que la potencia alcanzara los 140 CV y 290 Nm.
Audi 200 quattro 20V (1990)
Este Audi 200 quattro 20V inauguró una nueva evolución del motor de cinco cilindros. Con cuatro válvulas por cilindro y dos convertidores catalíticos, alcanzaba los 2,2 litros y ofrece 220 CV y 309 Nm de par máximo.
Audi S2 Avant (1992)
Antes de la llegada del ya legendario RS 2 Avant, Audi hizo una primera incursión deportiva en el mundo de los familiares. Al igual que el S4 de 1991, contaba con una versión mejorada del motor de cinco cilindros, con 230 CV y 350 Nm.
Audi RS 2 Avant (1994)
Aún más deportivo que el anteriormente mencionado S2 Avant, este familiar deportivo fue desarrollado en colaboración con Porsche. Sin embargo, pasará a la historia al convertirse en el pionero de una tradición que han continuado los RS 4 y RS 6 Avant.
Equipado con un motor de cinco cilindros y 2.2 litros, presume de 315 CV y tracción a las cuatro ruedas. De este modo, no es de extrañar que alcanzara los 260 km/h y que acelerara de 0 a 100 en 5,4 segundos.
Audi TTRS (2009)
Tras su caída en desuso, en 1997, este modelo supuso el retorno de los cinco cilindros a los modelos de Audi; eso sí, quedado reservado, a partir de ese momento, solo a vehículos deportivos.
En el caso del TTRS de 2009, con 2,5 litros, turbo e inyección directa, entregaba 340 CV y 450 Nm (360 CV de potencia, en una evolución posterior, llamada TTRS plus). Unos datos que le permitían acelerar de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos y alcanzar hasta 280 km/h... si se equipaba la opción adecuada.
Audi TTRS Race Car (2011)
Este modelo, que consiguió la victoria en las 24 Horas de Nürburgring de 2011 (dentro de su categoría), fue el retorno de los motores de cinco cilindros a la competición, en un exitoso formato de 'carreras-cliente'. Entregaba 380 CV y 500 Nm de par.
Audi RS 3 Sportback (2011)
Tras su llegada al TTRS, el siguiente destino para el motor 2.5 TFSI fue el primer Audi RS 3 Sportback. Un modelo que llegó en la parte final de la vida comercial de esa generación del A3. Más tarde, en la siguiente entrega, su potencia crecería hasta los 367 CV.
Audi RS Q3 (2013)
En el caso del primer Audi RS en formato SUV, el RS Q3 optó por la misma configuración mecánica del TTRS y el RS 3 Sportback, pero con 310 CV de potencia, que le permitía alcanzar los 250 km/h de velocidad máxima (autolimitada) y acelerar de 0 a 100 en 5,2 segundos.
En 2015, la potencia ascendió a 340 CV, mientras que en 2016, tocó techo con la variante performance y sus 367 CV.
Audi RS 3 Sportback (2015)
Tres años después de la presentación del la tercera generación del Audi A3, el nuevo RS 3 Sportback llegó a nuestro mercado con 367 CV de potencia.
Presentado en el salón de Ginebra de 2015, el motor 2.5 TFSI, junto con la tracción quattro y la transmisión automática de doble embrague S tronic, le permitía alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h (limitada electrónicamente) y acelerar de 0 a 100 en 4,1 segundos.
Audi TTRS (2016)
El TTRS fue el encargado de estrenar la última y más potente evolución del motor 2.5 TFSI hasta la fecha, con 400 CV de potencia.
Una cifra que le permite alcanzar una velocidad máxima autolimitada a 250 km/h y acelerar de 0 a 100 en 3,7 segundos. Valores propios de auténticos superdeportivos... mucho más costosos, la verdad.
Audi RS 3 Sportback (2017)
Los Audi RS 3 que están actualmente a la venta, con carrocerías Sedan y Sportback, no han sido ajenos a la escalada de potencia sufrida por el motor 2.5 TFSI, ya que cuenta con la última evolución de los 400 CV.
Gracias a ella, pueden mirar desde lo más alto a los Mercedes-AMG A 45 y CLA 45, que deben conformarse (por ahora) con 381 CV de potencia.