Tras el éxito incuestionable de MG, pocos dudan de que las marcas chinas están llegando para quedarse y poner 'patas arriba' los cuarteles generales de las firmas tradicionales. Esa también es la intención de Omoda (y de la recién llegada Jaecoo), pues su modelo 5 apunta directamente a los gustos españoles.

¿Cuáles son? Una carrocería a la moda, una estética diferente y una relación precio/equipamiento imbatible... además de un 'simple' motor de combustión. Y ojo, porque el coche está bien hecho.

Por lo tanto, es normal que se hable mucho de él y más que se hablará tras conocer dos nuevas versiones, una de gasolina con 147 CV y otra híbrida ligera de 156 CV. ¿Llegarán a nuestro mercado? De momento, está la eléctrica de 204 CV y nuestra protagonista, de gasolina y 185 CV.

El Omoda 5 TGDI Premium, en cinco puntos clave:

Galería: Prueba Omoda 5 TGDI Premium

Diseño

Aterrizar en España con un SUV compacto (4,40 metros de largo) de aspecto deportivo me parece un acierto absoluto. Sin duda, el Omoda 5 se distingue de los infinitos todocaminos que pueblan nuestras calles y carreteras, sobre todo por el frontal tan 'chino' (permitidme que emplee esta palabra como un calificativo).

Es esa parte del vehículo la que más controversia genera. Desde luego, recargada es, con una singular parrilla formada por inserciones cromadas en forma de diamante de diversos tamaños. También los faros LED divididos o el capó con hendiduras resultan originales. 

Prueba Omoda 5 TGDI Premium

Omoda 5 TGDI Premium, frontal

Prueba Omoda 5 TGDI Premium

Omoda 5 TGDI Premium, parrilla y capó

Prueba Omoda 5 TGDI Premium

Omoda 5 TGDI Premium, faros LED divididos

Por su parte, el lateral y la zaga pueden considerarse más ortodoxos, pero hay muchos detalles interesantes. Por ejemplo, las inserciones negras (cubiertas de los retrovisores, llantas de 18 pulgadas o el módulo que sustituye la tercera ventanilla lateral), las líneas de tensión en los abultados 'hombros', los detalles en símil fibra de carbono o la ligera caída del techo. 

Las manillas no están enrasadas, las puertas tienen el marco integrado y atento a los pasos de rueda, realmente peculiares, porque dejan un mayor espacio de lo normal entre las ruedas y la carrocería. Las puertas suenan bien (con rotundidad) al cerrar, cosa que no pueden decir muchos coches japoneses.   

La luneta es pequeña, está bastante inclinada y proporciona una visibilidad algo justa. Me gusta bastante el trabajado spoiler, pero no el doble embellecedor falso de escape. Hay intermitentes dinámicos y aparece la inscripción 290T, que indica el par máximo, 290 Nm, y la turboalimentación de la mecánica. 

Prueba Omoda 5 TGDI Premium

Omoda 5 TGDI Premium, lateral

Prueba Omoda 5 TGDI Premium

Omoda 5 TGDI Premium, embellecedores de escape

Prueba Omoda 5 TGDI Premium

Omoda 5 TGDI Premium, inscripción 290T

Interior

La afirmación de que el Omoda 5 está "bien hecho" queda también patente en la cabina, con muy buena presencia, a partir de materiales de una grata calidad y un ensamblaje más que correcto tanto en el salpicadero como en las puertas. Asimismo, el ambiente es plenamente moderno, con un monitor panorámico compuesto por la instrumentación y una pantalla central, ambas de 10,25 pulgadas.

Los pocos mandos convencionales tienen un tacto muy agradable, incluidos los de la puerta del conductor (elevalunas, cierre centralizado y regulación de los retrovisores) que, como curiosidad, recuerdan mucho a los de Mercedes-Benz. También la tira digital de la climatización es de calidad y se maneja con presteza. 

Prueba Omoda 5 TGDI Premium

Omoda 5 TGDI Premium, interior

Prueba Omoda 5 TGDI Premium

Omoda 5 TGDI Premium, tira digital del climatizador

Prueba Omoda 5 TGDI Premium

Omoda 5 TGDI Premium, mandos convencionales

La consola central está en una posición sobreelevada, como suele suceder en vehículos de tinte premium, y se genera un práctico piso inferior, aunque no resulta muy sencillo acceder a él. Todo lo contrario sucede con la gran base de carga inalámbrica, que está muy a mano.

Los asientos delanteros sujetan poco, llevan los reposacabezas integrados y cuentan con un buen mullido. Curiosamente, la calefacción de los mismos se activan con botones, mientras que la ventilación se gestiona a través de la pantalla. 

Prueba Omoda 5 TGDI Premium

Omoda 5 TGDI Premium, asientos delanteros

Prueba Omoda 5 TGDI Premium

Omoda 5 TGDI Premium, base de carga inalámbrica

Pero déjame comentarte cosas mejorables. La principal es la altura disponible en el puesto del conductor, pues si superas la media de estatura rozarás el techo. Es más, en la ciudad te sentirás como a los mandos de un deportivo puro, pues te costará ver bien los semáforos si estás esperando el disco verde. 

En mi caso, el volante me tapaba algunos submenús de la pantalla central y parte del climatizador digital. Por su parte, la música de bienvenida me parece muy pomposa y demasiado larga. Otro punto criticable es el funcionamiento a tirones de las agujas digitales, como si fueran manecillas de un reloj de pared.

Prueba Omoda 5 TGDI Premium

Omoda 5 TGDI Premium, instrumentación digital

Prueba Omoda 5 TGDI Premium

Omoda 5 TGDI Premium, pantalla central

El sistema multimedia no incluye navegador, así que toca tirar de aplicaciones del smartphone, que se puede vincular mediante Android Auto y Apple CarPlay. Igualmente, las órdenes por voz no entienden bien el lenguaje natural. A cambio, el equipo de sonido lo firma Sony y suma ocho altavoces.

Lamentablemente, no hay un botón para acceder a las ayudas a la conducción y así desconectar con facilidad el mantenimiento de carril, la alerta de velocidad y el aviso de distracción. Como contrapunto, la resolución de las cámaras de 360º es magnífica. 

Prueba Omoda 5 TGDI Premium

Omoda 5 TGDI Premium, equipo de sonido Sony

Prueba Omoda 5 TGDI Premium

Omoda 5 TGDI Premium, ayudas a la conducción

Vayamos a las plazas traseras. En ellas caben adultos de 1,80 metros de estatura como máximo debido a la caída del techo, a pesar de que el tapizado interior (de color claro, por cierto) ayuda a ganar unos centímetros. El espacio para las piernas es razonablemente bueno, si bien la cabeza queda muy cerca del montante C. 

La plaza central se puede emplear a menudo, pues el suelo es plano y la anchura, suficiente. Para incrementar el confort, hay salidas de aire, un puerto USB de carga, un reposabrazos, luz ambiental y asideros (sin retención).

En cuanto al maletero, los 360 litros se nos antojan insuficientes para familias con niños. El cubículo tiene formas regulares, pero escasa altura entre la base de carga y la cortinilla. Al menos, al abatir los asientos traseros, no se genera un escalón.

Prueba Omoda 5 TGDI Premium

Omoda 5 TGDI Premium, asientos traseros

Prueba Omoda 5 TGDI Premium

Omoda 5 TGDI Premium, maletero

Mecánica

El motor turbo de gasolina 1.6 TGDI de 185 CV y 290 Nm (¿de origen Hyundai?), con inyección directa, muestra un buen empuje a medio y alto régimen, y permite al coche acelerar de 0 a 100 km/h en 7,8 segundos, aunque sí, le falta un poco de contundencia a bajas vueltas. No trabaja con un sistema de hibridación ligera, así que esta versión del Omoda 5 lleva la etiqueta C. 

En este punto, lo que menos me ha gustado ha sido el cambio automático de doble embrague con siete marchas, desarrollado por GETRAG, pues resulta mucho más lento que otros como el DSG del Grupo Volkswagen.

De hecho, no casa bien con una conducción deportiva, cuando está pensado para ella, y a veces incluso se nota algo de resbalamiento en los embragues. También es cierto que en un uso estándar pasa mucho más desapercibido y dispone de manejo secuencial a través del selector (no hay levas). 

Prueba Omoda 5 TGDI Premium

Omoda 5 TGDI Premium, motor 185 CV

También es francamente mejorable el funcionamiento del sistema Start/Stop, muy lento, hasta el punto de que pueden surgir ciertos momentos de peligro, como por ejemplo, al intentar entrar en una rotonda o al salir de un Stop sin mucho margen de tiempo. 

El consumo establecido durante la prueba no me ha parecido nada disparatado, 7,6 litros cada 100 km, mezclando más interurbano que conducción por la ciudad. Sorprende lo poco que varía el gasto al sumar tiempo y kilómetros por calles y avenidas, que es donde más debería aumentar.

Prueba Omoda 5 TGDI Premium

Omoda 5 TGDI Premium, selector del cambio automático

En marcha

Dinámicamente hablando, el Omoda 5 no se comporta como se podría pensar de un SUV de línea deportiva, pues se trata de un coche con un talante confortable y sin elevadas pretensiones al llegar a las curvas.

No quiero decir que sea un SUV inestable ni inseguro, ni mucho menos, sino que no le vendría mal una puesta a punto algo más efectiva. Y los mimbres son buenos, porque incluso lleva un tren trasero multibrazo. Seguro que los ingenieros de la marca china se ponen manos a la obra y nos sorprenden en el restyling del vehículo. 

Estas 'cabezas pensantes' también deberían trabajar en una dirección que fuese menos asistida (aunque en el programa Sport la cosa mejora algo) y, sobre todo, mucho más informativa. En cualquier caso, es un vehículo fácil de llevar por cualquier tipo de carretera.

Prueba Omoda 5 TGDI Premium

Omoda 5 TGDI Premium, trasera

Frente a los neumáticos Giti que portaban algunos Omoda 5 en la primera toma de contacto, nuestro coche empleaba unos Michelin Primacy 4, bastante más solventes y seguros. 

Curiosamente, a pesar del tarado confortable de las suspensiones, en ciertos momentos, como en los reductores de velocidad, el acceso y la salida resultan algo secos. Ya fuera de la ciudad, aparecen ruidos aerodinámicos un poco más elevados que en otros SUV de marcas generalistas. 

Me gusta que haya programas de conducción bien diferenciados en el tacto del acelerador. Además, la capacidad de frenada es buena. También agradezco comprobar que no hacen falta neumáticos demasiado anchos (el Omoda 5 se conforma con unos 215/55) para obtener un buen agarre lateral. 

Prueba Omoda 5 TGDI Premium

Omoda 5 TGDI Premium, llantas de 18 pulgadas

Equipamiento y precio

En este ámbito podrás presumir frente a tu cuñado, pues tienes el Omoda 5 Premium por 29.900 euros con un amplísimo equipamiento de serie. Sumamos a lo citado el techo solar, acceso y arranque sin llave, asientos delanteros eléctricos, retrovisor interior fotosensible, sensores de alumbrado y lluvia, cristales oscurecidos, portón trasero eléctrico y un largo etcétera. 

La gama comienza en 26.265 euros con el acabado Comfort y la garantía oficial asciende a siete años o 150.000 km, como la famosa de Kia. Para que te hagas una idea, el CUPRA Formentor más barato vale 36.130 euros con el motor TSI de gasolina con 150 CV. ¡Menuda diferencia de coste!

Desde luego, los planes de Omoda son serios, pues el Grupo Chery al que pertenece es el nuevo dueño de la antigua planta de Nissan en Barcelona. Como comentaba al principio, estos chinos se van a quedar en Europa y llegarán a triunfar. Si no, al tiempo... 

Omoda 5 TGDI Premium

Motor Gasolina, 4 cilindros en línea, turbo, 1.598 cm³
Potencia 185 CV a 5.500 rpm
Par máximo 290 Nm
Caja de cambios Automática de doble embrague, 7 velocidades
0-100 km/h 7,8 s
Velocidad máxima 206 km/h
Consumo 7,5 l/100 km
Tracción Delantera
Longitud 4,40 m
Anchura 1,83 m
Altura 1,59 m
Peso en vacío 1.423 kg
Número de asientos 5
Capacidad del maletero 360 l
Precio base 29.900 euros