Alpine está de vuelta y eso siempre es una magnífica noticia. El A110 retorna a la actualidad con un vehículo excitante, con una apariencia evocadora y unas prestaciones al alcance de unos pocos elegidos.
Asociado al acabado de lanzamiento 'Premiere Edition', el vehículo francés reivindica lo mejor del pasado glorioso de la marca, protagonizado por un biplaza moderno, equipado con un motor potente, tecnología actual y sensaciones de la vieja escuela... sobre todo, cuando se desconectan todas las ayudas a la conducción; algo que no recomendamos, salvo que estés en un circuito y cuentes con cierta pericia al volante.
Alpine A110, un vehículo con mucha historia a sus espaldas
Lo primero que hay que destacar es la inconfundible estampa de nuestro galán francés. La carrocería adopta diferentes códigos de estilos, heredados del modelo clásico, como las ópticas principales redondas, la carrocería coupé y la escasa altura del vehículo, lo que nos permite sentir la sensación de ir sentados muy cerca del asfalto.
Además, el Alpine A110 anuncia una longitud de 4,18 metros, por 1,80 de anchura y 1,25 de altura. Para que te hagas una idea más real, un Renault Twingo presenta una altura de 1,55 metros, así que hazte a la idea.
En cualquier caso, el Alpine A110 representa la esencia de cualquier buen deportivo. Está fabricado para el disfrute del conductor... y no tanto del ocupante. Y hablo en singular porque solo ofrece dos plazas; eso sí, mediante unos magníficos asientos de tipo bacquet, con un diseño que te enamora nada más verlos.
El tema de la comodidad es relativo (incluso pasa a un segundo plano) y más si eres un conductor que supera los 1,80 metros de altura y luce una talla XL, como es mi caso.
Así las cosas, el aspecto práctico del vehículo francés está asegurado mediante el doble maletero; uno delantero, con 100 litros de capacidad, y otro trasero, con 96. No es demasiado volumen, es cierto, pero el Alpine A110 invita a viajar prácticamente con lo puesto, para no perder ni un minuto de diversión al volante.
En el plano mecánico, debajo del capó, nos encontramos con un motor turboalimentado de gasolina, tetracilíndrico, con 1,8 litros de cilindrada y 252 CV de potencia... que no es una cifra exagerada, para lo que estamos acostumbrados en otros rivales.
Sin embargo, debemos tener en cuenta otros factores, como los 1.103 kilos de peso del conjunto, la disposición posterior del motor y de la caja de cambios automática de doble embrague, con siete velocidades en la parte trasera, el esquema de propulsión trasera o la envidiable capacidad de tracción de este vehículo.
La suma de todos esos factores consigue que el Alpine sea un deportivo capaz de medir sus fuerzas frente a rivales más potentes, como un Porsche 718 Cayman o un Audi TT.

Si pasamos a las prestaciones, la velocidad máxima es de 250 km/h (limitada electrónicamente), mientras que la aceleración, de 0 a 100, se desarrolla en apenas 4,5 segundos.
Lógicamente, al tratarse de un vehículo con aspiraciones deportivas, el apartado del consumo pasa a un segundo plano, pero debes saber que el gasto medio oficial es de solo 6,1 litros cada 100 kilómetros. Lógicamente, al practicar una conducción ágil y deportiva, esa cifra se eleva casi de forma instantánea, aunque es difícil superar la barrera de los 10,5 u 11 litros cada 100 kilómetros.

De serie, incluye un control dinámico de la conducción, con tres programas: Normal, Sport y Track. No es un dispositivo especialmente imprescindible en un vehículo de estas características, aunque su presencia se agradece.
El tarado de la suspensión es bastante firme y en ninguno de los modos anteriormente mencionados, se puede modificar. Sin embargo, esa firmeza se da por supuesta y lo que sí que se agradece es la confianza y precisión que la dirección y el eje delantero transmiten al conductor.
El Alpine A110 es un coche eficaz, que cambia de apoyo con una facilidad pasmosa. Unido a la rapidez con la que es capaz de acelerar, se aseguran toneladas de diversión a su afortunado conductor. La transmisión automática es muy rápida y refuerza ese proceso de aceleración casi súbita, además de poder manejarla a través de las grandes levas ubicadas detrás del volante.
El empuje a baja revoluciones es contundente y el motor estira sin altibajos hasta rozar las 6.000 vueltas. En este sentido, el 'pequeño' bloque 1.8 turbo es una agradable sorpresa, ofreciendo un nivel de prestaciones sobresalientes, más propio de mecánicas de mayor cilindrada o con más 'pedigrí'.
El otro aspecto destacado es el buen rendimiento del equipo de frenos, infatigable, pese a someterle a un trabajo intenso. El tacto del pedal no se vuelve esponjoso y detiene el vehículo con bastante decisión, cuando así lo solicita el conductor.

El otro aspecto que terminará de enamorarte es el sonido que emite el motor y que percibimos por detrás de nuestra cabeza. La mecánica turboalimentada 'ruge' cuando así lo solicitamos, al explorar la parte alta del cuentarevoluciones, aunque, a ritmos legales, también hay que decir que el Alpine A110 se 'comporta' de una forma civilizada, tanto por sonoridad como por consumos.
Hemos tenido ocasión de conducirlo en el circuito madrileño del Jarama, y en este escenario hemos podido percibir algunas reacciones específicas, que aparecen cuando desconectamos todas las ayudas a la conducción.
En un escenario 'controlado', podemos poner al límite el vehículo y constatar que las reacciones pueden llegar a ser bruscas y no demasiado predecibles. En estas circunstancias, exigiendo el máximo al acelerador, la zaga se vuelve muy delicada y requiere de nuestra máxima concentración.
Sin embargo, si somos capaces de 'interpretar' los avisos del modelo francés y anticiparnos a esas posibles pérdidas de trayectoria, el Alpine A110 demuestra todo su potencial y lo rápido que puede llegar a ser.
Al margen de todo lo anterior, tal y como decíamos al principio, nuestro protagonista viste el acabado Premiere Edition, una edición de lanzamiento, limitada a 1.955 unidades.
Eso significa que incluye, de fábrica, elementos como el control electrónico de estabilidad ESC desconectable, sistema de telemetría 'Alpine Telemetrics', faros full LED, control de velocidad de crucero, sensores de aparcamiento traseros, climatizador automático, llantas de aleación de 18 pulgadas o sistema multimedia con pantalla de 7,0 pulgadas, con navegador, por citar solo algunos de los más destacados.
Un vehículo que, en nuestro país, tiene un precio de partida de 61.500 euros. Una cifra respetable, es cierto, pero justificada ante la exclusividad y el buen rendimiento general que demuestra el nuevo Alpine A110. Está claro que a los Porsche 718 Cayman y Audi TT les ha salido un rival de mucha entidad.
Alpine A110 Premiere Edition 2019