Tras las protestas del sector, ha llegado la primera luz verde para el aplazamiento de Euro 7, la normativa propuesta por la Comisión Europea para reducir las emisiones contaminantes y de CO2 de los vehículos que se venden en los mercados del Viejo Continente.
Hasta ahora, dicha norma sobre emisiones debía entrar en vigor el 1 de julio de 2025, pero ahora, su entrada en vigor va retrasarse dos años, para turismos, y hasta 2029, para vehículos pesados.
El cambio se produce bajo la presidencia española y tras el Consejo de Competitividad de la UE y responde a las demandas de Italia, Francia, la República Checa y otros estados miembros, que se mostraban escépticos con el calendario fijado por el Ejecutivo de Bruselas. Los cambios de hoy se debatirán en el Europarlamento y finalmente se aprobarán definitivamente.
Euro 7: entrada en vigor en 2027
En primer lugar, el Consejo de la UE pospondrá la entrada en vigor de la legislación: ya no será el 1 de julio de 2025, sino al menos dos años después, para dar "más tiempo a las empresas en la conversión hacia la transición verde", según han explicado fuentes del Mimit (Ministerio de Empresa y Made in Italy).
También se eliminan algunas de las nuevas limitaciones, más restrictivas que las actuales. Se mantienen los valores establecidos por Euro 6 en materia de partículas y para las pruebas de emisiones de los coches. También se reducen los costes para las empresas, con el fin de centrar las inversiones en la transición a los vehículos eléctricos.

Además, para los fabricantes que producen un máximo de 50.000 coches al año, como Ferrari, Lamborghini y Maserati, el reglamento se aplica contando sólo los volúmenes de producción europeos, en lugar de los mundiales.
El ministro de Industria, Comercio y Turismo, Héctor Gómez, ha declarado que "la presidencia española ha sido sensible a las diferentes demandas y peticiones de los países y creemos que, con esta propuesta, logramos un amplio apoyo". También ha subrayado que se "logra un equilibrio en los costes de inversión de las marcas fabricantes y mejoramos los beneficios ambientales derivados de la regulación".
"Europa tiene récord mundial en la producción de automóviles con bajas emisiones y alta calidad. Queremos seguir persiguiendo el objetivo de mejorar la calidad del aire. Nuestra posición quiere continuar el camino de liderar la movilidad del futuro y adoptar niveles de emisiones realistas para los vehículos de la próxima década al mismo tiempo que ayudamos a nuestra industria a dar el salto definitivo hacia coches no contaminantes en 2035".

Sin duda, una buena noticia para los gobiernos que han presionado en este sentido, pero también, para los fabricantes.
Sigrid de Vries, Directora General de Acea (Asociación de Constructores Europeos de Automóviles), ha afirmado: "La posición de los Estados miembros supone una mejora respecto a la propuesta de la Comisión Europea, que era totalmente desproporcionada, lo que se traducía en elevados costes para la industria y los clientes, con beneficios medioambientales limitados.
"El objetivo del Consejo de continuar con las pruebas efectivas de Euro 6/VI es razonable. Sin embargo, en comparación con lo que está en vigor hoy en día, Euro 7 es mucho más amplio para los coches nuevos, las furgonetas y, en particular, los vehículos pesados, lo que requiere importantes esfuerzos de ingeniería y pruebas. Como tal, requerirá una enorme inversión adicional por parte de nuestra industria en un momento en el que está volcando todos sus recursos en la descarbonización.
"Nuestra industria está plenamente comprometida con la lucha contra la contaminación atmosférica y el cambio climático. Ahora pedimos a los Estados miembros, al Parlamento Europeo y a la Comisión que trabajen para lograr una normativa Euro 7 que nos permita centrarnos en estos dos objetivos y, al mismo tiempo, mantener la asequibilidad de los vehículos y la competitividad de nuestra industria".