Hoy en día, el BMW 507 está considerado uno de los coches más famosos de su época. Entre 1956 y 1959, se fabricaron solamente 252 ejemplares de este carísimo roadster y, como bien sabrás, el conductor más legendario del 507 fue el mismísimo Elvis Presley, que habría cumplido 88 años el pasado 8 de enero.
El famoso cantante estadounidense compró el coche de segunda mano en Alemania en diciembre de 1958, poco después de su servicio militar, y ahora este icono blanco tiene un lugar de honor en el Museo BMW, en su propia sala diseñada como homenaje a Elvis.
Galería: BMW 507 de Elvis Presley
Las ilustraciones del viaje y la historia del coche ofrecen una visión de las etapas por las que ha pasado el BMW 507 en más de 50 años. Un cuadro informativo en forma de gramola ilustra la historia del amplio proyecto de restauración de BMW Group Classic.
Además de los hechos históricos, la sala de Elvis es también un punto de atracción visual. Las piezas originales dan una idea del mal estado en que se encontraba el roadster inmediatamente antes de su restauración, en 2014.
Paredes cubiertas de rojo, una alfombra roja y luces de diseño nostálgico presentan el BMW 507 en un impresionante ambiente retro. Esta puesta en escena similar a un escenario, un sensor de movimiento y un micrófono vintage permiten a los visitantes vivir su momento personal de Elvis frente al coche del famoso cantante al ritmo de su (apropiado) éxito 'Return to Sender'.
La historia del 507 de Elvis comienza en el Salón Internacional del Automóvil de Frankfurt, donde se presenta el coche, fabricado poco antes, en septiembre de 1957. El conocido piloto oficial Hans Stuck compitió posteriormente en varias carreras con el biplaza blanco, que también se utilizó para viajes de prensa y rodajes.
En diciembre de 1958, un concesionario BMW de Frankfurt vendió el roadster al que probablemente fuera el soldado estadounidense más destacado jamás destinado en Alemania. Elvis Presley condujo el BMW 507 hasta el final de su período de servicio militar en Alemania, en marzo de 1960.
Después, el vehículo, que entretanto había sido pintado de rojo, fue transportado a Estados Unidos, donde cambió de manos varias veces, y fue reconvertido para un nuevo uso en carreras y pronto cayó en el olvido.
En 1968, el ingeniero Jack Castor adquirió el coche y decidió guardarlo en su granja de calabazas para su posterior restauración. Basándose en el número de chasis 70079, el aficionado a los coches clásicos pudo establecer la conexión con Hans Stuck. Pero no fue hasta muchos años después cuando el contacto con BMW Group Classic y el cotejo con documentos históricos le aportaron la certeza de que no sólo 'Bergmeister', sino también 'el Rey', estuvieron alguna vez al volante de su BMW 507.
Castor y BMW Group Classic cerraron un acuerdo que, además de la adquisición, regulaba también la restauración del roadster en Múnich. En unos dos años de trabajo, se realizó una reconstrucción en la que se conservó la mayor parte posible de los componentes originales y se devolvió todo el vehículo a su estado de 1958.
Desde entonces, el BMW 507 luce un color blanco pluma con el interior en blanco y negro, tal y como lo recibió Elvis Presley. Además, una pequeña parte de la carrocería sigue siendo roja. Ese fue el deseo de Jack Castor y ahora es su legado. Y es que el guardián del BMW 507 de Elvis falleció en noviembre de 2014, poco después de que comenzaran los trabajos de restauración.
El BMW 507 regresa ahora a su hogar bávaro con un nuevo esplendor y, con su apasionante historia, es una parada obligatoria en la exposición permanente del Museo BMW de Múnich.