Los Ferrari F40 y Testarossa, verdaderos iconos de la marca italiana a finales del siglo XX, son dos de los 'cochazos' que más hemos visto replicados en fotos. En este artículo vas a ver un ejemplo más, que no entrará en los anales de las mejores copias, mucho me temo.

¿Sabrías decir qué coche se esconde debajo de este Testarossa falso? Pues un Porsche 924, que aunque no es uno de los deportivos más destacados de la marca alemana, aquí ha tenido un final muy poco honroso. 

La verdad es que no nos extrañaría que viendo las fotos de la siguiente galería te entrara la risa floja ante semejante 'trabajito', pero debemos ser respetuosos porque desconocemos los medios que tuvo a su alcance el preparador. 

Galería: Réplica del Ferrari Testarossa

Poco parecido

Si nos fijamos en el exterior, hay soluciones estéticas que se intentan acercar a las originales, como por ejemplo los faros escamoteables o las tomas de aire en los laterales, pero distan de ser al menos parecidas. 

El techo tipo targa, la falsa cubierta posterior del motor y las llantas bicolor con el logotipo de Ferrari son elementos curiosos de la carrocería, pero insistimos en que poco o nada tienen que ver con los componentes originales. 

Réplica del Ferrari Testarossa

Motor modesto

Curiosamente, el interior sí se ha personalizado, algo que no es habitual en las réplicas más baratas. Así, la cabina integra un volante Momo y una insignia de Ferrari delante del asiento del acompañante. Asimismo, se ha instalado un equipo de audio de la firma Pioneer.  

Ya supondrás que el motor no es el 5.0 V12 atmosférico de 390 CV del deportivo italiano, sino el básico de la gama 924, un bloque de 2,0 litros y cuatro cilindros con apenas 125 CV. Muy diferentes, ¿verdad?

"Lejos de lo cotidiano"

Tal y como anunciamos en el titular, este coche llegó a estar a la venta y se pedían 14.900 euros por él. En ese momento, sumaba 78.000 kilómetros y era un vehículo "que no es perfecto, pero está lejos de lo cotidiano", según indicaba el anuncio. 

Lo cierto es que no sabemos si alguien lo compró. En cualquier caso, lo mejor será admirar la siguiente galería de fotos con el Testarossa de verdad para que nos quede un buen sabor de boca. 

Galería: Ferrari Testarossa 1990