Carlos Sainz ha vuelto a hacer historia... una vez más. Esta vez, en el Dakar 2022, donde a bordo del Audi RS Q e-tron, y acompañado por su inseparable Lucas Cruz, ha conseguido ganar por primera vez una etapa del rally más duro del mundo con un coche electrificado.
Una nueva experiencia, que antes de comenzar la carrera, el piloto madrileño de Audi calificaba como el mayor reto de su carrera. "En un periodo de tiempo tan corto, preparar un coche del Dakar con esta complejidad no es fácil. El reto ha sido muy grande para los ingenieros, para los mecánicos y por supuesto también para todos los pilotos".
Pero aún así, y siendo muy realista acerca de sus posibilidades en carrera, decía tener buenas sensaciones con el RS Q e-tron, "la sensación de haber dado el máximo" en el desarrollo de este coche eléctrico de autonomía extendida.
Galería: Audi RS Q e-tron en el Dakar 2022
Esa es la mejor forma de denominar al coche, ya que el tren de propulsión queda compuesto por dos motores eléctricos (también llamados MGU y procedentes de la Fórmula E), que cuentan con el soporte de un motor de gasolina.
De este modo, mientras que cada MGU se encarga de mover un tren, dotando al conjunto de un sistema de tracción total sin conexión física entre ejes, el motor de gasolina, de 2,0 litros de cilindrada y procedente del coche del DTM, tiene como función suministrar de energía eléctrica al sistema (gracias a la ayuda de una tercera unidad eléctrica, que trabaja como un conversor de energía cinética a eléctrica).
Gran parte del trabajo, para que todo funcione como debe, se centra en la electrónica del conjunto, sobre todo, en lo referido a la gestión de la batería, el funcionamiento del sistema de tracción y la entrega de potencia, que se estima en algo menos de unos 400 CV.

El reto también es gigantesco para uno de los compañeros de Sainz, Stépahene Peterhansel, quien afirmaba: "En un gran desafío. Hacer miles de kilómetros con una unidad de potencia eléctrica no es fácil. Además, intentando salir ganar. No solo es un gran desafío para nosotros, también para el equipo. El proyecto empezó el año pasado y, en tan poco tiempo, desarrollar un proyecto así es súper complicado".
Sensación compartida por Stefan Dreyer, jefe de Desarrollo de Audi Sport Racing, quien nos confirmaba que este proyecto es el de mayor dificultad para la firma alemana en décadas, llegando a definirlo como "el proyecto más desafiante" en el que había trabajado desde su llegada al departamento de carreras, en 1999.
"Queríamos hacer algo nuevo, algo que también marcará el futuro del deporte del motor, y probar que se puede hacer una carrera de larga distancia con un tren de propulsión alternativo. Pero el mayor reto es hacerlo en un año, hablando del desarrollo de un coche como este, muy complejo, y con las restricciones que impone la pandemia".

Una de las tareas más complejas para los ingenieros era asegurar la autonomía. Para ello, se ha optado por una batería con 52 kWh de capacidad, mientras que el depósito de combustible puede albergar hasta 295 litros de gasolina. De este modo, el nuevo Audi no tiene inconvenientes a la hora de enfrentarse a las etapas de más largas de este Dakar 2022.
Sin embargo, los pilotos también han tenido que cambiar su forma de conducir con este nuevo coche, dada su tecnología y su naturaleza electrificada, que se traduce en una mayor aceleración, un par máximo instantáneo, la ausencia de caja de cambios...

En cualquier caso, Sainz se sentía cómodo con el coche y su puesta a punto. "Estoy a gusto, estoy contento. Siempre te quedas con alguna duda de algo que probar, pero más o menos a nivel de set-up estoy contento. Lógicamente, con más tiempo, probablemente el equipo hubiese podido trabajar algo más en el tema del peso [unos 150 kilos de más]. Pero en este primer año es muy difícil."
Algo que también compartía el propio 'Peter': "El objetivo es llegar al peso [mínimo] de la FIA. Creo que es posible hacerlo más ligero. Cuando estemos en el peso correcto, veremos si podemos pelear todavía mejor con los demás".