Aunque no te lo creas, este BMW M2 'no oficial' era inicialmente un 220d Coupé de serie. Ahora tiene el motor de un SUV diésel de la saga M Performance, ya que el propulsor original de cuatro cilindros dio paso a ul bloque de seis cilindros en línea y con tres turbos de un antiguo X5 M50d. 

Esta preparación es obra de Gary Martins, un exingeniero superior de BMW que ahora dirige su propio negocio, llamado Grease Monkey Motors. Sin duda, es un gran aficionado a la marca en la que trabajaba y sabe lo que hace, aunque este M2 puede ser un sacrilegio para los fans de BMW M. Eso sí, como la firma de Múnich tiene un historial de motores diésel M Performance, quizás no sea una idea tan descabellada...

El nuevo motor se montó sin necesidad de realizar ninguna modificación en la carrocería. Tras recibir un tratamiento de óxido nitroso y la inyección de agua y metanol, esta mecánica se potenció a 591 CV (435 kW) y nada menos que 1.070 Nm. Es una gran mejora respecto a los 386 CV y 740 Nm de serie. 

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Quedaba modificar la estética del coupé. Para ello, se acopló el paragolpes delantero de un M2 Competition y se añadieron cuatro salidas de escape y un spoiler trasero de fibra de carbono, para asemejar el aspecto de un M2 real.

Gary Martins explica que hubo que ensanchar los pasos de rueda traseros para adaptarlos a los neumáticos más grandes, mientras que el paragolpes posterior procede directamente de un M2.

Tanto el capó como la tapa del maletero están hechos de fibra de carbono. Los frenos delanteros se tomaron de un M5 (F10) y los traseros, de un M4. Por cierto, la nueva transmisión procede de un 330d, pero modificada, para ser compatible con el par extra.

La lista de cambios es interminable, ya que un 330d también prestó su diferencial autoblocante, mientras que un M135i 'donó' el eje de transmisión. En el interior, hay asientos delanteros de origen M3 y una jaula antivuelco que sustituye a la banqueta trasera.

Este M2 tan especial sigue siendo de propulsión trasera y puede utilizarse como vehículo diario, en 'track-days' y también en carreras de aceleración. De hecho, se pondrá a prueba a principios de septiembre durante la 11ª edición de la prueba Simola Hillclimb, en Knysna (Sudáfrica).