La historia del vehículo que te vamos a contar podría considerarse de película, pero es real como la vida misma. Imagina que estamos a finales de los años 60 y que eres el magnate de los casinos Bill Harrah, con una gran afición por los automóviles, y deseas tener un Ferrari con tracción a las cuatro ruedas.
Enzo Ferrari rechaza tu petición de construirte uno. ¿Qué haces? Como eres Harrah, te sobra el dinero y la desfachatez, decides construirte uno tú mismo y lo llamas el Jerrari. Después de unos cuantos años, ese vehículo está a la venta.
Galería: Jerrari Ferrari 365 GT 2+2 y Jeep Wagoneer combinación
Harrah tuvo acceso a un Ferrari 365 GT 2+2 de 1969, que utilizó como vehículo donante, porque su mecánico, supuestamente, estrelló el coche en medio de un temporal invernal. Después, compró un Jeep Wagoneer nuevo, de 1969, y pagó la construcción para combinar ambas máquinas tan diferentes.
El resultado definitivo es un vehículo con el morro del Ferrari, que está ingeniosamente esculpido en la parte delantera del Jeep. Originalmente, el Jerrari utilizaba el V12 de 4,4 litros del 365 GT 2+2, que desarrollaba unos 320 CV de potencia y funcionaba con una caja de cambios automática de tres velocidades; a ello se sumaba el sistema de tracción a las cuatro ruedas del Wagoneer.

Harrah condujo el Jerrari durante varios años. Posteriormente, decidió trasplantar el Ferrari V12 a un Wagoneer de 1977, para poder visitar sus casinos sin ser reconocido inmediatamente. De esa forma, debajo del capó del Jerrari se optó por un bloque V8.

Tras la muerte de Harrah en 1978, el Jerrari cambió de manos. Apareció en eBay en 2008, y el coche fue entonces a parar a Alemania. El singular vehículo está actualmente a la venta allí, donde lo hemos localizado a través de Classic Driver. El vendedor no informa sobre el precio de venta, salvo por privado.

Sería fantástico poseer este SUV único e invertir una buena suma de dinero en la sustitución del motor actual V8, por el 4.4 V12 original, para devolver al vehículo sus especificaciones iniciales, con todas las dificultades que eso conlleva.

Imagínate llegar a un evento de Ferrari o de Jeep y empezar a recibir cientos de preguntas sobre esta extraña, pero histórica, construcción. Sin duda, la primera vez que ves este modelo, piensas que se trata de una broma de mal gusto, pero una vez conocida su historia y el contexto en el que nació, entiendes que, con dinero, puedes realizar casi cualquier proyecto.
Fuente: Classic Driver