El calor veraniego es uno de los principales desencadenantes de los cambios de presión repentinos en los neumáticos. Esto hace que haya que estar muy atento a esas variaciones constantemente, ya que el comportamiento de la moto y, en consecuencia, la seguridad pueden estar comprometidos.
La regla general asegura, que por cada 5 °C de cambio de temperatura, la presión del neumático cambiará, aproximadamente, un 2%, con un incremento positivo en caso de calor y negativo, con el frio.
El verano hace que, principalmente en zonas de mayor altitud, se puedan alcanzar temperaturas muy altas de día y muy bajas de noche, con una diferencia de hasta 20 °C; por tanto la presión del neumático puede variar hasta un 8%. Estos valores tan opuestos hacen que haya que revisar la presión por la mañana temprano o por la noche. Es importante hacerlo en la sombra ya que el calor del sol puede alterar los valores.

El calentamiento de los neumáticos, decisivo al rodar en circuito
Otro aspecto importante y decisivo es el calor alcanzado por rozamiento, que también afecta a la presión. El rozamiento transmite temperatura al aire del espacio interior, aumentando en muchas ocasiones de 0,2 a 0,4 Bares la presión del neumático. Esto queda especialmente patente si rodáis en circuito, donde habrá que revisar la presión al cabo de unas vueltas, para devolverla a la marcada inicialmente por el fabricante.
Lo normal al rodar en circuito es poner la presión más baja, unos 0,2 Bares menos del valor recomendado. Si se usan calentadores, se dan dos vueltas al circuito, y se entra en boxes para chequear la presión y comprobar si coincide con la presión aconsejada por el fabricante. Sin calentadores el procedimiento es exactamente igual pero dando dos vueltas más al circuito, cuatro en total, para que el neumático alcance la temperatura adecuada.

Mínimas variaciones influyen en el comportamiento de la moto
Aunque los valores de alteración de presión parezcan insignificantes, en la práctica son muy importantes. Estas pequeñas variaciones influyen directamente en el comportamiento de la moto. Si la presión sube más de lo normal, pueden verse afectados, tanto la manejabilidad, el nivel de tracción y agarre, la deriva o movimientos laterales, y el deterioro de la superficie del compuesto. Si está demasiado hinchado, al acelerar derrapará exageradamente y si está demasiado deshinchado, los movimientos laterales serán exagerados y la precisión de giro mucho peor. Por tanto, es vital controlar estas variaciones constantemente.
La importancia de las válvulas
Otro aspecto importante en el control de las presiones es el mantenimiento y vigilancia de las válvulas de hinchado, los tapones y fugas. Cuando observéis, mediante el control de hinchado periódico, que el neumático tiene variables de presión fuera de las propias provocadas por el calor ambiental (el 2% comentado), puede que la válvula o un pinchazo reparado del neumático pierda aire. Ante la sospecha de que algo no va bien, lo mejor es acudir cuanto antes al especialista de neumáticos más cercano para que hagan la comprobación y en consecuencia la reparación o substitución de la válvula o del neumático.