Si te digo que Mercedes-Benz es uno de los fabricantes Premium del mercado no te descubro nada nuevo. Es verdad. A la vista de su extenso catálogo de producto, resulta complicado entender que todavía existan segmentos en los que no está presente. Sin embargo, los responsables de la firma de la estrella han decidido explorar nuevas categorías. Sobre la base de la carrocería familiar de la berlina de representación, probamos un vehículo repleto de detalles de lujo, comodidad y buen gusto.

Un familiar para todos los gustos y necesidades
Un familiar que también estrena una nueva mecánica turbodiésel, de cuatro cilindros, con 2,0 litros y 194 CV de potencia. Una evolución lógica que transmite menores vibraciones al habitáculo y que asegura un nivel de prestaciones más que aceptables. Junto con la transmisión automática 9G-TRONIC, de 9 velocidades y el sistema de tracción integral 4MATIC, el modelo alemán es capaz de enfrentarse a cualquier escenario y salir airoso de él, sin demasiados esfuerzos.

También resulta evidente constatar que, gracias a su carrocería familiar, la amplitud del interior o la capacidad del maletero juegan un papel fundamental a la hora de atraer a a aquellos padres de familia con necesidades de espacio, pero que no se ven seducidos por las 'bondades' de un todocamino. En este sentido, hay que apuntar que, con los respaldos de los asientos traseros abatidos, obtenemos un volumen de hasta 1.820 litros.

Tan cómodo como en el salón de casa
Y como buen vehículo Premium que se precie, la dotación de serie que acompaña a esta berlina resulta apabullante. Por citar algunos ejemplos, te diré que están incluidos la suspensión neumática, la cámara trasera de ayuda al estacionamiento, el control de velocidad de crucero adaptativo, el control dinámico de la conducción DYNAMIC SELECT con 5 programas predeterminados, grupos ópticos de LED High Performance... y así un largo etcétera. Si te ha picado la curiosidad, permanece atento. En breve podrás ver la prueba completa de este modelo.
