Nueve años ha tardado Honda en jubilar a la legendaria, pero ya desfasada, anterior Honda Fireblade. Una moto que pese a su éxito de ventas nunca llegó a ser una verdadera contendiente en el campeonato de las motos derivadas de serie, logrando sólo algunas victorias parciales.

El debut del la nueva Honda en el WorldSBK se produjo el pasado mes de febrero en el trazado australiano de Phillip Island y tanto el tristemente desaparecido Nicky Hayden como el excampeón del mundo de Moto2, Stefan Bradl, estaban llevando a cabo su desarrollo técnico en el campeonato.

Ligera, potente y a la última en electrónica

La nueva Honda CBR1000RR Fireblade es más ligera, más potente y cuenta con sistema electrónico a años luz de  su predecesora. El 90% de sus componentes son nuevos y se ha mejorado un 14% la relación peso potencia-peso de la anterior moto. El motor tetracilíndrico ha mejorado, dando 10 CV más y el peso se ha reducido en 15 Kg. Ahora la moto estándar declara 190 CV, con un par de 114 Nm a 11.000 rpm, y 196 Kg.

La Honda por fin incorpora acelerador electrónico, que era uno de sus principales hándicap con respecto a sus competidoras, así como el sensor de posición del acelerador derivado del que usa la Honda de MotoGP. Los datos del acelerador junto con otra gran cantidad de datos, recabados por multitud de sensores repartidos por la moto, son controlados por la unidad inercial IMU, que gestiona el control de par motor HSTC (Honda Selectable Torque Control), el sistema de ABS, control de freno motor, anti levantamiento de la rueda trasera RLC y anti-wheelie.

En la parte ciclo encontramos un nuevo basculante y subchasis trasero, montando suspensiones de la marca Showa, propiedad de Honda. En concreto, en el tren delantero encontramos una horquilla BPF con barras de 43 mm y un monamoriguador Showa BFRC detrás. También incorpora el amortiguador de dirección electrónico de Honda (HESD). Completan el conjunto unos nuevos frenos Tokico mordidos por pinzas de cuatro pistones.

Cinco modos de conducción seleccionables

Una de las numerosas novedades de la CBR1000RR son los modos de conducción seleccionables, que permiten adaptar la moto a las diferentes condiciones existentes. El Sistema de Selección de Modo de Conducción (SSMC) ofrece cinco niveles de control. El nivel uno ofrece el rendimiento máximo en las seis marchas. El nivel dos ofrece una sensación de aceleración suave al abrir y cerrar gas. El nivel cinco ofrece el máximo rendimiento para una respuesta de aceleración moderada, pero todos los niveles tienen la misma respuesta al accionar el acelerador. Por tanto, el modo uno sería el recomendable para circuito, mientras que el dos es el adecuado para conducción deportiva por carreteras sinuosas y el tráfico habitual de la ciudad y los modos tres a cinco son más seguros para conducir sobre mojado o superficies mixtas.

Una moto, tres versiones

CBR1000RR Fireblade: Equipada con control de par seleccionable (con control de elevación delantera y trasera), freno motor seleccionable, nuevos frenos ABS, cambio rápido opcional (con asistencia en reducciones), sistema de selección de modo de conducción, selector de potencia y suspensión Showa completamente ajustable. El modelo básico, que tiene un precio de 20.250 euros.

CBR1000RR Fireblade SP: Suministrada con suspensión Öhlins semiactiva con control electrónico y motor de pasos, además del sistema de control de selección de par motor Honda, control de elevación delantera y trasera, freno motor seleccionable, nuevo ABS, cambio rápido (con asistencia en reducciones), sistema de selección de modo de conducción y selector de potencia. La SP tiene un precio de 25.100 euros.

CBR1000RR Fireblade SP2: La CBR1000RR Fireblade SP2 es el culmen de la gama. Un modelo homologado para la vía pública, pero lista para conducción en circuito gracias a las llantas Marchesini que equipa. El motor tiene un nuevo diseño de culata en válvulas, cámaras de combustión y pistones; además de un completo kit de competición disponible y su precio, todavía no disponible, sobrepasará los 30.000 euros.

Una moto que, como resumía Sato-san, jefe de grandes proyectos de la división de motos de Honda: "Su verdadera finalidad, en cualquier escenario, es disfrutar de algo que no se siente normalmente en la vida diaria y que resulte insuperable".