Es, probablemente, uno de los Ferrari más codiciados de la historia. Y no por equipar una mecánica V12, ni por llevar el motor en posición delantera, como sucede con otros. Sin embargo, el Ferrari F40, presentado en 1987 para conmemorar los 40 años de la marca, siempre ha sido un modelo muy apreciado por los aficionados de la marca, al considerarlo una de las últimas creaciones de la era de Enzo Ferrari.
La historia del F40 va asociada al Ferrari 288 GTO Evoluzione. Un proyecto iniciado en 1985, por el departamento deportivo de la marca, con la intención de unirse al mítico Grupo B del Campeonato del Mundo de Rallies, para hacer frente a las ambiciones que Porsche había depositado en esta categoría. Sin embargo, rápidamente, el Grupo B se prohibió tras el accidente mortal de Henri Toivonen y su copiloto Sergio Cresto, en el Tour de Corse de 1986.
De hecho, el 288 GTO Evoluzione fue un proyecto que nació muerto. Sin embargo, los responsables de Maranello aprovecharon todo el trabajo empleado en el GTO para desarrollar un superdeportivo en honor de los 40 años de historia de la marca. Por tanto, sobre la base del Evoluzione, el F40 se convirtió en uno de los modelos más exitosos de su época, al tiempo que fue el último modelo en comercializarse en vida del Commendatore y fundador de la marca, Enzo Ferrari.
¿El mejor Ferrari de la historia?
Hay que advertir que el superdeportivo italiano ofrecía unos argumentos que podrían ser válidos en la actualidad. Su potente motor de gasolina 3.0 V8 biturbo desarrollaba una potencia de 478 CV y un par motor de 569 Nm, y el peso del conjunto solo era de 1.088 kilos. Alcanzaba una velocidad máxima de 321 km/h, con una aceleración, de 0 a 100, de 4,1 segundos y un coeficiente aerodinámico (Cx) de 0,34. De esta forma, es sencillo entender que el F40 fuera todo un icono para la marca y para el mundo del motor, antes de que llegaran los McLaren F1, Bugatti EB 110 o Lamborghini Diablo.
Radical en su planteamiento mecánico, también lo fue por su estética. Estrenó varias innovaciones deportivas, como un chasis tubular rígido y ligero. Sin embargo, carecía de cualquier concesión al lujo, al no incluir ni la dirección asistida ni el ABS. El F40 estaba orientado al mundo de la competición y hay que recordar que las puertas se abrían tirando de un cable.
Un retorno a los orígenes deportivos del fabricante de Maranello que se convirtió en todo un éxito. De los 400 vehículos previstos en un inicio, se terminaron fabricando 1.315 unidades. Incluso se desarrolló una versión específica de competición, el F40 LM, que tomó parte en las 24 Horas de Le Mans y en la categoría GT de la época, el BPR. Asimismo, fue el precursor de una nueva línea de producto, que continuó con el F50 en 1995, el Enzo y el Ferrari Laferrari.
Con motivo de los 30 años del Ferrari F40, nuestro ilustrador, David Kimble, ha reproducido uno de los prototipos de preproducción, mostrado en el salón de Tokyo de 1987. David ha querido hacer una radiografía del F40 para demostrar los aspectos heredados del 288 GTO Evoluzione, que también montaba el motor V8 biturbo en posición central. Un prototipo que se diferencia de la versión definitiva de serie por múltiples detalles.