10. Dodge Challenger SRT Hellcat
"El gato del infierno". Eso significa, literalmente, Hellcat. Así es como Dodge nombró la versión más radical del Challenger. Una forma de hacer que este 'muscle car', de 808 CV de potencia, se convierta en un depredador real. Pero hay algo peor... ¡el mismísimo demonio! Efectivamente, el Dodge Demon...
8. Ford Probe
Con un estilo inspirado en las naves espaciales, el término Probe tiene una connotación negativa en inglés.
Las historias aterradoras de abducciones extraterrestres a menudo mencionan exámenes médicos extensos, 'alien probing' en la lengua de Shakespeare...
En cualquier caso, el 'experimento' de Ford no fue ningún éxito. La tracción delantera y la ausencia de un motor V8 causaron la desaparición de la segunda generación del Probe, en la década de 1990. ¿Secuestrado por extraterrestres, tal vez?
7. Plymouth Prowler
El Plymouth Prowler es una evocación de los hot-rods de los años 50 y 60, pero lanzado en los 90. Sin duda, se convirtió en un icono, gracias a su diseño, aunque su nombre resultaba un tanto siniestro: merodeador.
5. Lamborghini Diablo
Probablemente no hay necesidad de explicar el nombre del Lamborghini Diablo, ya que habla por sí mismo.
Y las referencias al diablo se detienen en ese punto, ya que, en realidad, el nombre viene, como es la tradición en la marca, de un toro bravo. Concretamente, el legendario Diablo se lidió el 11 de julio de 1869.