La Honda CBX es considerada por muchos como el 'santo grial' de las motocicletas Honda clásicas. Es una preciada posesión en muchos de los garajes de los mayores coleccionistas del mundo. Iconos como Jay Leno e incluso Evel Knievel han tenido en algún momento la CBX en sus colecciones.
Pero, ¿qué hace exactamente que la Honda CBX sea tan especial y una pieza tan codiciada por coleccionistas y entusiastas? La respuesta es sencilla: el motor. La CBX es realmente una motocicleta única en su especie y nunca ha sido reproducida desde entonces.
Está propulsada por un motor de 1.047 cm3 y seis cilindros en línea que está completamente expuesto para que todo el mundo lo vea y lo oiga. Y si la has visto y oído en persona, es una moto que te dará escalofríos.
Tal vez sea por su reputación, o por el hecho de que está tan impecable (y por no hablar de lo cara que es de restaurar y mantener), pocos se atreven a pasar la pierna por encima de ella.
La moto no se ha movido en casi 35 años
Dicho esto, es muy difícil encontrar un ejemplar de la CBX en perfecto estado, y un afortunado individuo de The Land Down Under consiguió hacerse con una por un precio bastante bueno. Por supuesto, 30.000 dólares (unos 27.000 euros al cambio) no son una miseria, pero es una ganga si tenemos en cuenta que algunas CBX se han vendido por cerca de 40.000 (unos 36.000 euros) e incluso 50.000 dólares (45.000 euros) en condiciones similares.
Esta moto en concreto se vendió en una subasta de motocicletas a las afueras de Melbourne. Se trataba de una CBX de 1979 completamente original con poco más de 2.500 km en el marcador. Según el anuncio, la moto fue adquirida por el vendedor hace siete años en una venta de bienes. Fue matriculada y conducida de 1979 a 1981, y luego dada de baja y permaneció completamente intacta de 1982 a 2017. La moto ha sido limpiada y cuidada, pero nunca arrancada.
Ahora bien, no sabemos quién consiguió ganar la puja por esta moto. Pero no hace falta decir que debe estar encantado con su nueva adquisición. Está por ver si decide restaurarla y volver a ponerla en marcha.
Pero vamos, sería una negligencia no devolverle la vida, ya que el suave y sedoso sonido de un seis cilindros en línea funcionando 'a fondo' es la seña de identidad de esta moto... y quedan muy pocas.
Fuente: Burns & Co Auctions, NewAtlas