La firma canadiense Felino, dedicada a la fabricación artesanal de supercoches, acaba de mostrar su nuevo modelo, el llamado Felino CB7R, apto para la carretera. En esencia, se trata de una versión mejorada y matriculable de su CB7 previo, aunque tremendamente exclusiva, ya que apenas unos pocos afortunados podrán hacerse con uno de los 10 ejemplares que la marca pretende fabricar.

Hablamos de una bestia biplaza con motor V8, cuyo precio de partida es de 360.000 dolares, es decir, unos 325.000 euros, aunque cargado de opcionales podría casi doblar esa cifra y llegar a los 660.000 dólares (casi 600.000 euros).

En realidad, los clientes podrán elegir entre dos motores. El primero es un 6.2 V8 atmosférico de 533 CV a 6.200 rpm y 659 Nm de par motor máximo, que anuncia una velocidad máxima de 315 km/h para el modelo.

La otra opción es un gigantesco bloque 7,0 litros V8 de 710 CV a 6.700 rpm y 786 Nm, que se dice pronto. En este caso, el 0 a 100 km/h anunciado por el fabricante es de 2,9 segundos, y la velocidad máxima de 345 km/h.

Cualquiera de las dos versiones incorpora una suspensión adaptativa de dobles triángulos, llantas de aleación de aluminio, neumáticos en medidas 245/40 R18 y 315/30 R18, o un equipo de frenos con discos delanteros de 390 milímetros, junto a pinzas de seis pistones, y discos traseros de 378 milímetros, con pinzas de cuatro pistones.

La marca asegura que la carrocería, fabricada en fibra de carbono y materiales compuestos, permite un peso en vacío de apenas 1.135 kilogramos (con el motor pequeño, suponemos), que además promete estar perfectamente repartido, en proporción 50:50 entre ambos ejes. El chasis está construido con carbono, kevlar y metal.

Felino ofrecerá además una variante todavía más 'hardcore', el llamado CB7+, con un kit aerodinámico muy agresivo y un peso todavía inferior. El coche más salvaje fabricado por la marca hasta la fecha, y que también se fabricará en una tirada muy limitada.