La Sportster nació en la década de los 50 para hacer frente a la durísima competencia de las más modernas motos británicas que estaban invadiendo el mercado norteamericano, con marcas como BSA o Triumph y desde aquel entonces no ha dejado de evolucionar.
La Harley-Davidson Sportster ha estado en continua producción durante 60 años, desde su creación en 1957 y siempre catalogada con su propio nombre, algo muy inusual en el mundo de la automoción.
El modelo K, la base del mito
La Sportster partió de la base del conocido modelo K, en producción desde 1952 a 1956, de la que heredó sus cárteres monobloque, aunque reemplazando las válvulas laterales del motor de 55 pulgadas cubicas (883 cm3) por válvulas en cabeza. También conservó las suspensiones hidráulicas delantera y trasera, un sistema muy avanzado para aquella época.
A partir de ese momento, numerosas variantes de la Sportster coparon el mercado y se convirtieron en modelos de referencia, como la XLCH (Competition Hot) Sportster de 1958, de estilo off-road, con un guardabarros trasero estilo bobbed y el depósito en forma de cacahuete del modelo 5 de 125 cm3 de 1948.
Nace la XR750, la reina de las pistas
Durante la década de los 60, la Harley-Davidson Sportster siguió evolucionando y nació la conocida XLCH custom. Pero el comienzo de los 70 vio nacer una de las motos más legendarias de la marca estadounidense, la XR750, fabricada para ganar en todo tipo de pistas, tanto tierra como asfalto. En 1969, un cambio en la normativa americana permitió a los motores OHV de 750 cm3 participar en todo tipo de carreras y Harley-Davidson necesitaba una moto competitiva, creando la XR750.
Su espaldarazo definitivo vino con el Trans-Atlantic del 1972. Este trofeo transatlántico enfrentaba cada año, en Inglaterra, a los mejores pilotos de velocidad ingleses y norteamericanos, convirtiéndose en una de las citas más esperadas de la temporada. En 1972 se disputaba en el trazado corto de Brands Hatch y en él, Cal Rayborn, pilotando una versión de la XR750, ganó 3 de las 6 carreras, alzándose con un nuevo récord de vuelta y asombrando al entendido público británico.
Por si fuera poco, durante tres décadas, la Harley-Davidson XR750 dominó con mano de hierro el campeonato americano de dirt track, acumulando triunfos y récords con pilotos tan legendarios como Jay Springsteen, Chris Carr, Richy Graham, Mert Lawwill, Kevin Atherton y, sobre todo, del mítico Scott Parker, con nueve títulos y casi 100 victorias.
Los '70 y '80, décadas de cambios
La Sportster siguió creciendo y la XL de 1972 incorporaba una versión de 1.000 cm3 del motor “Iron Head”. En 1976, el cambio de marchas se trasladó a la izquierda y el pedal de freno trasero a la derecha. En 1977, la XLCR (Café Racer) dio un nuevo giro a este modelo y con su suspensión trasera inspirada en la XR750, una nueva estética, tres frenos de disco, llantas de fundición de aluminio y estriberas retrasadas, se situó como la Sportster más deportiva fabricada hasta la fecha y es uno de los modelos más valorados actualmente por los coleccionistas
En 1983 se puso especial énfasis en las prestaciones con la llegada de la XR1000. Creada adaptando los cilindros y culatas del motor XR750 a los cárteres inferiores de la Sportster, era lo más parecido a una XR750 de carretera que se podía comprar en aquellos tiempos.
Un cambio sustancial llegó en 1986, cuando el motor “Iron Head” de la Sportster fue sustituido por el nuevo “Evolution Sportster” en dos cilindradas: 883 cm3, con tamaño y estilo idénticos al diseño original de 1957, y 1.100 cm3, motor que dos años más tarde paso a ser de 1.200 cm3).
En 1987 se introdujo la XLH883 Hugger, enfocada a los usuarios de poca estatura y al creciente público femenino. Todas las Harley-Davidson Sportster ya estaban equipadas con cajas de 5 velocidades en 1991, y todas, excepto la 883, utilizaban transmisión secundaria por correa.
Con el siglo XXI llega la inyección
Con la llegada del siglo XXI, la XL1200S Sportster Sport pasó a montar dos pinzas de freno de cuatro pistones en el tren delantero, y otra en la parte trasera y la XL883R de 2002 incorporaba un escape dos en uno, doble disco delantero y manillar bajo. En el 2004, todas las Harley-Davidson Sportster montaron un chasis de nuevo diseño, así como motores montados en soportes elasticos y, en 2007, la inyección de combustible enterró definitivamente a los carburadores.
En Harley-Davidson buscaron un modelo más deportivo y en 2008 lanzaban la XR1200, una Sportster con motor de 90 CV, horquilla delantera invertida, potentes frenos, ligero basculante en fundición de aluminio, moderna instrumentación y estriberas retrasadas. También ese año, la Nightster destacaba con sus llantas negras y su motor gris piedra, incorporando un detalle habitual hoy en día, piloto trasero y luces de freno LED.
En 2010 arranca la gama actual
A partir de 2010 arrancó la moderna gama Sportster, primero con la Iron XL883N, que se convirtió en el modelo base, y la bobbed XL1200X Forty-Eight, de línea trasera minimalista y con un depósito en forma de cacahuete inspirado en el diseño del modelo 5 de 1948.
Dos años más tarde, la XL1000V Seventy-Two se convirtió en la chopper de la gama Sportster, y la XL1200C su vertiente más custom. Las cuatro motos rememoraban las Sportster de finales de los años 50 y 60.
Finalmente, la Iron y la Forty-Eight fueron profundamente renovadas en 2016, con mejores suspensiones y frenos ABS, combinando el estilo old-school más auténtico con un chasis moderno, y para celebrar estos 60 años de emocionante historia, nace en 2017 la XL1200CX Roadster, que impresiona con su horquilla invertida de 43 mm, amortiguadores traseros de alta gama y unos potentes frenos delanteros.
Sesenta años después, la Harley-Davidson Sportster sigue tan viva como siempre y marcando tendencia en una marca que se encamina a su 125 aniversario.