Nació como un anuncio televisivo al uso, pero ha terminado siendo un ejemplo de una forma completamente distinta de enfocar una campaña de prevención en los accidentes de motocicletas; una que no recurriese a la directa y ofensiva solución de exponer aberrantes imágenes dramatizadas.

La Comisión de Accidentes de Motor (MAC), amparada por el Gobierno del Sur de Australia, contó ya hace tiempo con Michael Doohan, pentacampeón del mundo de 500cc y Leyenda MotoGP, para una impactante campaña en torno a los riesgos que supone la conducción deportiva en vías públicas.

Bajo el inequívoco eslogan de “La carretera no es sitio para echar carreras” (The road's no place to race), el montaje final recurre precisamente a imágenes de caídas reales de pilotos de MotoGP, aunque se han añadido digitalmente en las escapatorias de pista numerosos elementos que cualquier motorista encuentra cada día en una vía pública. Sin recurrir a nada explicito en las imágenes más que a la pérdida de control del piloto, el resultado pone los pelos de punta.

Mick Doohan

El mensaje final corresponde a Mick Doohan. Pocos pilotos de motociclismo saben mejor que el australiano de los riesgos que se llegan a correr en moto y de lo dramática que puede resultar una grave lesión debido a una caída en el lugar y el momento equivocados.

Antes de convertirse en el cinco veces campeón del mundo de motociclismo que parte de la opinión pública y los usuarios de moto actuales puedan conocer o recordar, Doohan lideraba en 1992 el campeonato del mundo de 500cc con una enorme ventaja gracias a sus cinco victorias en las siete primeras carreras de la temporada.

Sin embargo, en los entrenamientos de la octava carrera, el GP de Holanda en Assen fue víctima de una caída que le supuso una complicada fractura de tibia y peroné, que posteriormente se infectó y estuvo a un paso de costarle la amputación de la pierna derecha. Pasó incluso varias semanas con ambas piernas inmovilizadas en contacto para favorecer la regeneración de los tejidos y perdió para siempre gran parte de la movilidad del tobillo. Volvió en en Brasil, en la penúltima de trece carreras con la pierna reducida a la mínima expresión para defender el liderazgo en la tabla de puntos que todavía era suyo, pero no pudo siquiera puntuar al acabar la carrera y en la última prueba del año perdió aquel título mundial contra Wayne Rainey por sólo cuatro puntos.

Doohan se ha ganado merecidamente el apodo de “el piloto más duro de todos los tiempos”, ya que no sólo consiguió volver a competir, sino que un año después volvió a ganar carreras y se convertiría entre 1994 y 1998 en el máximo dominador de la categoría reina del motociclismo. A comienzos de 1999 volvió a sufrir una nueva y aparatosa caída en los entrenamientos del GP de España en Jerez, tras la cual decidió que había llegado el momento de retirarse.

Así, el mensaje final de "Quick Mick" de este vídeo cobra más importancia si cabe: “Si me hubiera encontrado en los circuitos los mismos obstáculos que tú en la carretera, probablemente estaría muerto”, sentencia.

Por último, nos disculpamos por si la crudeza del mensaje, o la forma en que se expone en el vídeo, evoca malos recuerdos a alguno de nuestros lectores. Sin embargo, esas personas precisamente sabrán reconocer la importancia de lo que se pretende transmitir.