Walt Disney era un magnate en todos los sentidos de la palabra. En 1964, la empresa que había fundado incluía el parque temático Disneyland, la producción de películas de animación y de imagen real, y planeaba un gran complejo turístico en Florida que más tarde se convertiría en Disney World.
Sin embargo, en su vida privada era frugal y vivía como un hombre modesto. La idea de gastarse un dineral le incomodaba, sobre todo si se trataba de un coche personal. Como suele decirse: ver para creer.
Sin embargo, no fue cualquier coche el que llamó la atención de Disney. Se trataba de un Mercedes-Benz 230SL de 1964. Conocido como 'Pagoda' por su techo duro desmontable, costaba originalmente 8.500 dólares, el equivalente a 85.000 dólares actuales (unos 80.000 euros al cambio). En aquella época, Disney podría haberse comprado el coche que quisiera, pero el precio del Mercedes-Benz era demasiado alto para él.
Galería: Mercedes-Benz 230 SL Roadster 1963
Según el actor Dean Jones, cuando paseaba por una calle de Los Ángeles con Walt Disney, que le estaba proponiendo protagonizar una nueva película titulada ¡Ese maldito gato!, Disney se detuvo a mirar el 230SL y se enamoró del coche. Luego dijo: "No puedo permitírmelo", y se marchó rápidamente.
A mitad de la manzana, Walt Disney se volvió y le dijo a Jones: "Espera, puedo permitírmelo". Entonces Disney y Jones volvieron al concesionario, donde Disney extendió un cheque de 3.000 dólares por el Mercedes-Benz SL230 y se lo llevó a casa.

Dean Jones llegó a protagonizar varias películas de Disney, sobre todo la serie Love Bug, protagonizada por un Volkswagen Escarabajo de 1963 (el famoso Herbie). En cuanto a Disney, decidió recuperar parte de los 8.500 dólares que pagó por el Mercedes-Benz alquilándolo al estudio por 100 dólares al día, donde apareció con Dean Jones en ¡Ese maldito gato!.

El Mercedes-Benz 230SL marcó la pauta para todos los Mercedes-Benz SL posteriores con su discreta elegancia y su estilo atemporal. Walt Disney murió en 1965, unos 18 meses después de hacerse con su coche, pero si viviera hoy, se sorprendería de su valor.

Según la empresa Hagerty, en la actualidad un Mercedes-Benz 230SL en buen estado alcanza los 50.000 dólares (47.000 euros), mientras que los coches en excelente estado de conservación pueden superar los 89.000 dólares (unos 84.000 euros).
Fuente: DisneyFanatic vía SlashGear