El pequeño fabricante de deportivos Donkervoort, con sede en los Países Bajos, presenta una edición especial limitada de su D8 GTO-JD70, denominada Bare Baked Carbon Edition (BNCE), que permite a los clientes personalizar su vehículo y, al mismo tiempo, reducir el peso del conjunto, gracias al uso de la fibra de carbono, en diversos acabados diferentes.
La compañía ofrece la posibilidad de que los elementos de este exótico material tengan un acabado visto, 'al natural', o bien brillante, mate e incluso que vayan barnizados en algún color concreto (rojo, verde, azul, dorado y gris). De esta manera, el carbono que ya está presente en el 95% de la carrocería de cualquier D8 GTO-JD70, ahora es más evidente y llamativo.
Esta edición BNCE, de la que se fabricarán únicamente 70 exclusivos ejemplares (la mitad ya están vendidos, según la marca), está basada en el JD70, una variante que, a su vez, se creó para celebrar el 70 cumpleaños del fundador de la compañía, Joop Donkervoort.
El deportivo, que ronda los 700 kilogramos de peso y promete una aceleración lateral máxima de hasta 2 G, tiene una carrocería fabricada principalmente en fibra de carbono y Kevlar, y muchos de los componentes se crean mediante impresión 3D. La fibra vista está presente en los paneles laterales, las aletas delanteras, la toma de aire del capó o el interior, por ejemplo, y también puede extenderse a otros componentes, como los embellecedores de las colas de escape.
"El entramado de fibra de carbono sigue siendo el mismo. Utilizamos unas tintas de desarrollo específico, mezcladas en la capa transparente, para crear el aspecto de color en la fibra", asegura Denis Donkervoort, director de Donkervoort Automobielen. "Además, también podemos ofrecer molduras interiores en el mismo color de las exteriores".
El modelo sigue siendo el Donkervoort más potente hasta la fecha. Esconde un motor de 2,5 litros y origen Audi (TFSI), que ofrece 421 CV de potencia y un par motor máximo de 520 Nm, asociado a una caja de cambios Tremec, de cinco velocidades, que envía la fuerza del bloque de cinco cilindros al tren trasero, a través de un diferencial autoblocante.
Por lo demás, el D8 está basado en un chasis tubular de acero, reforzado con carbono, y goza de una suspensión de dobles triángulos, con amortiguadores ajustables Intrax, muelles específicos y barras estabilizadoras también ajustables. Además, los neumáticos ahora son Nankang (y no Toyo), en medidas 235/45 R17, delante, y 245/40 R18, detrás.
El equipo de frenos consta de discos delanteros de 310 milímetros, junto a pinzas de seis pistones, y traseros de 285 milímetros, con pinzas monopistón. Eso sí, este superdeportivo en formato de bolsillo no es precisamente barato, con un precio de partida en Países Bajos, antes de impuestos, de 163.636 euros.
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