Un tal Miki Biasion dijo, hace años, que conducir de 'costado' es lo más hermoso que un hombre puede hacer. De esta forma, podrás imaginar el placer extra que supone hacerlo, 'pilotando' un automóvil descapotable, con el cielo por techo.

Sensación que se multiplica si te encuentras al volante de un modelo especial, como el Jaguar F-TYPE Convertible de rallies, del que solo se han fabricado dos unidades, en honor del XK 120 de 1948.

Haciendo un poco de historia, el XK 120 fue el primer vehículo de carreras de la casa inglesa, que hace 71 años disputó el Alpine Rally y ganó el Rac de Tulip. Aquel automóvil no tenía techo, aunque no estaba pensado solo para el disfrute, como sucede en los descapotables modernos.

El XK participó en numerosas carreras y pruebas en circuito, incluidas las 24 Horas de Le Mans, antes de alzarse con algunos récords de velocidad.

Por este motivo, el XK 120 es una verdadera leyenda para la casa inglesa, que ha decidido rendirle homenaje con dos unidades especiales del F-TYPE, completamente transformadas y equipadas con barras estabilizadoras, amortiguadores deportivos ajustables en tres niveles, discos de freno de mayor tamaño y llantas de 16 pulgadas.

Nuestros compañeros de Motor1.com en Italia ya han podido conducirlo y como muestra, un botón. El vídeo que acompaña a esta noticia así lo demuestra... aunque está en italiano (activa la función de los subtítulos en castellano y podrás entender a nuestro compañero Andrea Farina).

Motor de cuatro cilindros... más que suficiente

Asimismo, el diferencial autoblocante trasero, heredado del modelo con el motor 3.0 V6 de 380 CV, aquí está asociado a una mecánica más modesta. Concretamente, hablamos del bloque tetracilíndrico de gasolina turboalimentado, con 2,0 litros de cilindrada y 300 CV de potencia.

Una cifra más que suficiente para un automóvil de estas características, que no necesita un enorme motor de seis cilindros, y sí una mecánica ligera y potente; sobre todo a bajo régimen, ante el reducido peso del conjunto.

Te sientes como un verdadero piloto

El bloque 2.0 turbo que se esconde debajo del capó convierte al F-TYPE en un vehículo de rallies divertido, con un sonido embriagador y una magnífica agilidad para enlazar curvas; en parte, por los neumáticos específicos para rallies.

La levas ubicadas detrás del volante, para manejar el cambio, se convierten en un aliado perfecto, que permite no soltar las manos. Además, la presencia de un selector de grandes dimensiones para accionar el freno de mano hidráulico completa las sensaciones de estar pilotando una máquina del WRC.

Las dos unidades conmemorativas del F-TYPE no son meros ejemplares de exhibición, ya que han disputado el rally Walters Arena en Gales y participarán, en los próximos meses, en una serie de eventos organizados por la casa inglesa.