No son coches deportivos ni son especialmente divertidos, pero las berlinas de representación atesoran tanta carga tecnológica y tanto desarrollo de la ingeniería más avanzada que de verdad resultan modelos únicos con los que vives momentos especiales tanto al volante como viajando detrás.
En el caso que hoy nos ocupa, el BMW M760e xDrive representa el punto intermedio entre la opción diésel 740d xDrive y el i7 100% eléctrico. Es un híbrido enchufable de cine y luego verás el porqué de este calificativo. Por cierto, homologa 85 km de autonomía eléctrica, una cifra ya considerable, aunque no alcanza los registros de otros PHEV de Mercedes-Benz, con más de 100.
El BMW M760e xDrive, en cinco puntos clave
Galería: Prueba BMW M760e xDrive 2023
Diseño
No seré yo quien niegue la estética controvertida del nuevo Serie 7. Es más, se puede argumentar con cierta lógica que es un vehículo del gusto de la clientela china. Al fin y al cabo, es el país de los 'nuevos ricos' y BMW no ve mal hacer negocio allí. Además, ya sabes que últimamente a la marca alemana le gusta ofrecer modelos de nicho transgresores (Serie 4, X7...) y no tomar riesgos estéticos con los superventas (Serie 1, Serie 3, Serie 5, X1...).
Sus dimensiones son colosales, con casi 5,40 metros de longitud y una enorme batalla de 3,22 metros, perfecta para integrar dos asientos traseros individuales que parecen sacados de una mansión de máximo lujo.
La toma de carga se encuentra en el lateral izquierdo, junto detrás del paso de rueda delantero, y alimenta una generosa batería de 18,7 kWh de capacidad, que a una potencia de 7,4 kW puede estar lista en unas tres horas. Por cierto, los cables de carga no se pueden guardar en un doble fondo, así que ocupan espacio en el maletero, y no hay compatibilidad de carga en corriente continua.
Interior
Colosal, majestuosa, fabulosa... Se nos agotan los calificativos a la hora de definir la cabina del BMW M760e xDrive. Mira que en la redacción estamos acostumbrados a conducir coches de todo tipo y condición, pero esta limusina supone un punto más en calidad y tecnología. ¡Hasta para abrir la guantera del acompañante hay un mando táctil!
La instrumentación digital alcanza las 12,3 pulgadas, pero el monitor central va más allá, hasta las 14,9. Por cierto, me ha encantado que se mantenga la ruleta central iDrive, pues es la mejor forma de navegar entre ¡los más de 40 submenús disponibles! Mucho mejor en parado, por favor.
Los tejidos, los componentes en cristal, el aislamiento de ruidos y hasta el material de las alfombrillas generan una placer sensorial muy especial, de veras. Y encima no falta el modo Theatre, con el que se despliega del techo una enorme pantalla de 31,3 pulgadas con resolución 8k para los pasajeros posteriores. Ahora entiendes el anterior calificativo "de cine", ¿verdad?
Los asientos posteriores Executive Lounge disponen de ajuste eléctrico en inclinación y cojines para apoyar más cómodamente las piernas. Sin olvidarnos de las tablets perfectamente integradas o de las puertas (también las delanteras) con apertura y cierre eléctricos. Ahora ya sé lo que sienten los CEO de las grande multinacionales cuando quieren desconectar un rato de sus estresantes trabajos...
En fin, podría pasarme horas hablando de la cabina, pero ¿quieres saber cosas mejorables? Las hay. Por ejemplo, la plaza central, reducida a la mínima expresión, algunos programas de conducción algo absurdos, como el Digital Art, o el acceso difícil a algunos botones en la parte izquierda del salpicadero, como el del antiniebla trasero, que obliga a desviar demasiado la vista de la carretera.
En cuanto al maletero, los 525 litros tan sólo suponen una ligera pérdida de 15 litros frente al del 740d xDrive, así que este PHEV apenas pierde versatilidad y carácter práctico, y por supuesto dispone de la etiqueta 0 de la DGT.
Mecánica
No, el M760e no comparte con el XM el tren motriz compuesto por el motor V8 biturbo de la casa más una unidad eléctrica, pero ojo porque los 571 CV combinados del propulsor turbo de gasolina con 3,0 litros y seis cilindros en línea, junto con el propulsor eléctrico, también generan unas prestaciones de aúpa.
Más en concreto, la mecánica térmica desarrolla 381 CV y la eléctrica (igualmente en posición delantera), 197. Cuando actúan en conjunto (algo que sucede siendo contundente con el acelerador, aun con la batería descargada), el empuje resulta sobresaliente, hasta el punto de que el coche marca un 0 a 100 en apenas 4,3 segundos... a pesar de los ¡2.450 kilos! de masa en vacío. La forma de ganar velocidad resulta sobresaliente.
La transmisión asociada es la automática con convertidor de par Steptronic, con ocho velocidades, que funciona de manera exquisita. Lo único que echamos de menos es poder variar la retención mediante las levas cuando circulamos en modo eléctrico, una función de la que sí disfrutan los PHEV de Mercedes-Benz.
En marcha
Decir que en este coche se desvanecen los kilómetros puede sonar a obviedad, pero es tal la calidad de rodadura que, incluso presuponiéndolo de antemano, sorprende el grado de excelencia logrado. Obviamente, la sensación de velocidad es muy baja, y eso que no vamos en una posición elevada como en un SUV.
También me ha gustado mucho la gestión del tren motriz híbrido enchufable, pues resulta muy eficiente. Cuando la batería está descargada (ya sabes que siempre queda algo de electricidad), enseguida el coche crea electricidad a través de la frenada regenerativa o generándola él mismo para intentar moverse sólo con el motor eléctrico o que éste ejerza de apoyo casi constante al de gasolina.
Así las cosas, no nos extraña que el M760e xDrive haya registrado consumos entre los 8,5/9,0 litros cada 100 km después de haber reseteado el ordenador de a bordo tras quedarnos sin electricidad en la batería. Es decir, hemos simulado un viaje de varias horas.
De acuerdo, no se puede igualar el gasto de la opción diésel, pero cabe recordar que tenemos 571 CV bajo el pie derecho para un 'morlaco' de considerables dimensiones... En este punto, la aerodinámica de una berlina ayuda muchísimo frente a la de un SUV.
Como guinda al pastel, el programa Sport Boost ofrece la máxima fuerza posible durante diez segundos. Se activa manteniendo pulsada la leva izquierda durante unos segundos y, en ese instante, aparece una cuenta atrás en la instrumentación y las sujeciones laterales de los asientos encajonan nuestro cuerpo automáticamente. De película...
En la instrumentación digital hay franjas azules que muestran qué velocidad máxima (hasta 140 km/h) y qué porcentaje de la fuerza mecánica son posibles sólo impulsándonos con el motor eléctrico. Asimismo, hay dos barras horizontales que señalan cuál es el propulsor o los propulsores que están funcionando en cada momento.
La suavidad en las transiciones de los dos motores es total, pero hay dos puntos mejorables. El primero es el tacto del pedal del freno, algo esponjoso al principio del recorrido. El segundo es la función Adaptive, que frena por nosotros el coche para optimizar la recarga, si bien resta protagonismo al que conduce. Por supuesto, se puede mantener el nivel de la batería si así se desea.
El tacto del BMW M760e xDrive es más confortable que en otros BMW, tal y como sucede en el Audi S8. Pero esa comodidad no impide ofrecer un dinamismo realmente sorprendente para un vehículo de su tamaño y peso. Sin duda, la suspensión neumática adaptativa con barras estabilizadoras activas, el tren trasero directriz, la tracción total o los neumáticos traseros de mayor anchura ejercen de ayuda inestimable a la hora de transitar por trazados técnicos, donde al coche no se le acumula el trabajo. Claro, ¡es un BMW!
Equipamiento y precio
¿Qué equipa de serie una limusina de 144.200 euros? Pues muchas cosas, pero quizá echamos en falta una dotación de serie aún mayor. Lo normal en un vehículo premium, vaya.
Pruebas de BMW de todo tipo
Por ejemplo, viene con climatizador de cuatro zonas, cierre suave de las puertas, asientos delanteros eléctricos, con ajuste lumbar y calefactables, techo panorámico, volante M Sport (con un aro bastante grueso), navegador, llantas de aleación de 21 pulgadas, más todo lo citado anteriormente.
En fin, si es para conducir coches así no me importaría en absoluto ejercer de chófer de cualquier alto mandatario, aunque ¿por qué no soñar con viajar detrás? La lotería de Navidad está próxima, pues no me veo en un cargo de máxima responsabilidad.
BMW M760e xDrive