A lo largo de la historia del automóvil, todos los fabricantes y diseñadores han intentado predecir en cierto modo el futuro, ideando cómo podrían ser las nuevas generaciones de vehículos, pero la gran mayoría no han estado nunca demasiado acertados.
Incluso cuando vemos prototipos de hace una década, podemos preguntarnos en qué estaban pensando sus diseñadores, así que si echamos la vista atrás casi 70 años, puedes hacerte una idea de cuál era la visión de futuro de la época.
Galería: Ford FX-Atmos (1954)
En el salón del automóvil de Chicago del año 1954, Ford presentó un prototipo denominado Ford FX-Atmos, con un diseño llamativo y una avanzada tecnología, que es un ejemplo claro sobre lo equivocada que estaba la humanidad sobre su propio futuro, al menos en lo que a automóviles se refiere.
Este concept, que nunca llegó a producción, parece sacado de una serie de dibujos animados, tiene un diseño interesante (recuerda un poco al Batmóvil de los años 70) y, desde luego, logró atraer la atención del público durante la cita de Chicago.
Destaca el frontal, con prominentes elementos (saludos a EuroNCAP) que recuerdan al mundo de la aviación, al igual que la cúpula de cristal del habitáculo, que también parece sacada de un avión de combate, o un sistema de escape estilo cohete.
La visibilidad del conductor y de los pasajeros era probablemente la mayor ventaja de esta cúpula de vidrio, y como no podía ser de otra forma, Ford llegó a utilizar el término de "nave espacial" para su prototipo. Además, lo concibió con un motor de propulsión nuclear, aunque no aportó apenas detalles sobre el sistema.
Otros concept recientes
El habitáculo llama la atención por el puesto de conducción central, con dos asientos posteriores a cada lado (estilo McLaren F1 o GMA T.50), y por prescindir de un volante al uso, en favor de unos mandos más parecidos a los de un avión.
Quizá donde más acertado estuvo Ford fue al equipar la tecnología Roadarscope en este concept, que básicamente era un nombre primitivo para un sistema de conducción autónoma, que permitía al conductor quitar las manos del volante mientras viajaba.