Las grandes victorias con las que está jalonada la historia de Ferrari han sido la mayoría de las veces gracias a los famosos motores V12, pero con el paso de los años, la marca de Maranello también se ha adaptado a los tiempos, consiguiendo destacar con propulsores más pequeños, sobrealimentados y, con el tiempo, incluso híbridos.
La última gran conquista, la de las 24 Horas de Le Mans 2023, que supuso el regreso de Ferrari a lo alto del podio después de casi 60 años, llegó con un motor relativamente pequeño en número de cilindros y cubicaje, al menos teniendo en cuenta el coche que iba a equipar, pero con unas prestaciones apasionantes. Una mecánica tomada casi sin modificaciones del coche de calle que lo estrenó, el 296. He aquí sus secretos.
En el sello de la tradición
El bloque en cuestión está etiquetado como F163 y, cuando debutó en 2021 en los 296 GTB y GTS, fue completamente nuevo: se trataba en realidad de un V6, un tipo de motor que Ferrari abandonó en el segmento de los coches de calle tras el primer Dino y que en competición sólo se utilizaba para la unidad de F1, con la que no tiene nada en común.
El motor F163 en los 296 GTB y GTS
El motor F163 tiene una cilindrada de 2.996 cm3 y un ángulo entre las bancadas de cilindros de 120 grados, una característica útil para permitir la colocación de los dos turbocompresores IHI dentro de la V, con los colectores de escape en el lado interior de las bancadas y los de admisión en los exteriores. Esta solución es mejor en términos de dimensiones totales y tiene la ventaja de reducir el retardo de respuesta de los turbos.
Construido con aluminio y materiales ligeros, tiene doble árbol de levas por bancada y cuatro válvulas por cilindro, y por sí solo entrega una potencia que oscila entre más de 600 y 700 CV, según el modelo.
El motor F163CE del 296 GT3
No sólo híbridos
La primera evolución llegó en 2021 con el 296 GTB, una berlinetta con motor trasero que sustituyó al 488 y que tomó como referencia al más potente SF90 con un esquema técnico similar, pero con un V8 biturbo en su base. El 296 tiene una potencia total de 830 CV, 663 de los cuales los entrega el V6 a 8.000 rpm, y el resto procede de un motor eléctrico acoplado al eje delantero y alimentado por una batería recargable.
Ferrari 296 Challenge 2024, el motor
Se fabricaron dos versiones de competición del 296, pero sin la parte eléctrica: en el 296 GT3, el motor, en la variante F163CE, está limitado a 600 CV, que sigue siendo más que el disponible en el modelo al que sustituye, el 488 GT3, donde el V8 biturbo entregaba 525.
También basado en el 296 aparece la versión Challenge, que a partir de 2024 sustituirá al equivalente 488 Challenge para el campeonato monomarca de Ferrari: aquí, la potencia se incrementa incluso hasta los 700 CV.
Ferrari 499P
El hiperdeportivo 499P
La máxima expresión del propulsor F163, sin embargo, llegó en 2023 con el 499P, un coche diseñado desde cero, con la colaboración de Dallara para el chasis, con el objetivo de que Ferrari volviera a competir en la máxima categoría de resistencia, tras décadas en las que la marca de Maranello sólo la disputaba, a través de equipos privados, en categorías menores como los GT.
El 499P, inscrito en la categoría Hypercar, utiliza un sistema muy similar al del 296 de calle, pero sin la carga externa de la batería, que sólo se regenera mediante el sistema de recuperación de energía como en los F1. En este caso, el V6 F163CE entrega 680 CV, más 272 CV desarrollados por el motor eléctrico conectado a las ruedas delanteras.
En total, el coche tiene más de 950 CV, aunque por normativa la potencia total que puede entregar el sistema cuando el motor eléctrico también entra en acción está limitada a 500 kW, es decir, menos de 700 CV.
Equipado de esta forma, el 499P ganó las 24 Horas de Le Mans en junio de 2023, un éxito que se sumó al obtenido en la 1000 Miglia de Sebring en su debut.
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