Casi cuatro años después de su lanzamiento, la familia BMW Serie 8 se pone al día. El fabricante bávaro ha actualizado los tres modelos de la gama mediante sutiles cambios a nivel estético y, sobre todo, aumentando la dotación de equipamiento.
De hecho, hay que fijarse muy bien para apreciar las modificaciones estéticas, ya que este restyling es muy ligero. La parrilla de doble riñón, por ejemplo, ahora cuenta con la función Iconic Glow, lo que significa que está retroiluminada mediante diodos LED, que se encienden al desbloquear el coche.
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Además, todas las variantes equipan de serie el paquete M Sport, por lo que la carrocería es ahora más agresiva, con aditamentos aerodinámicos tanto en el frontal como en la zaga. El difusor trasero, por ejemplo, luce un acabado Dark Shadow metalizado.
Las llantas de aleación de 19 pulgadas tienen un nuevo diseño, y esconden el equipo de frenos M con pinzas en color azul, que ahora también es de serie. Con motivo del 50 aniversario de BMW M, el cliente puede solicitar el logotipo especial 'BMW Motorsport' en el capó, el portón trasero o las llantas.
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El M850i xDrive, la versión más potente de la gama convencional, situada un paso por debajo de los modelos BMW M, añade llantas de aleación de 20 pulgadas, retrovisores heredados del M8 previo, un spoiler trasero específico o el diferencial M activo. El paquete M Performance opcional permite añadir tomas de aire más grandes, inserciones en negro brillante o pinzas de freno también en color negro.
Ya en el interior, las principales novedades tienen que ver con la tecnología. Todos los Serie 8 incluyen de serie el cuadro de instrumentos digital, de 12,3 pulgadas, así como una pantalla multimedia también de 12,3 pulgadas (antes 10,25), que incluye navegador, asistente personal inteligente y servicios online, entre otras cosas.
Entre los asistentes de conducción, que dependen del nivel de equipamiento, destacan el aviso de colisión, el asistente de mantenimiento de carril, el sistema de reconocimiento de señales de tráfico, el asistente de aparcamiento (con cámaras y sensores) o el control de crucero adaptativo con función Stop&Go, por ejemplo.
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Por último, la oferta de motores cuenta con tres opciones diferentes, que no sufren cambios con respecto al modelo saliente. La gama arranca con el 840i, que esconde un seis cilindros en línea de gasolina, con 3,0 litros y 333 CV, que puede ser de propulsión trasera o ir asociado a la tracción total xDrive.
La versión diésel, 840d xDrive, es mild-hybrid y desarrolla 340 CV de potencia. El tope de gama, como ya hemos comentado, es el M850i xDrive, cuyo bloque 4,4 litros V8 biturbo ofrece 530 CV. De momento, eso sí, no sabemos cuándo llegarán estos modelos al mercado ni tampoco sus precios.
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