En la 90 edición del salón del automóvil de Ginebra, que abre sus puertas la semana próxima, el gigante alemán Volkswagen va a presentar tres nuevos modelos de corte deportivo, basados en la octava generación del mítico compacto. Hablamos de los Golf GTI, GTD y GTE 2020. Este último es la variante híbrida enchufable o 'plug-in', de potencia idéntica a la del GTI, es decir, 245 CV, aunque lógicamente se consigue de forma diferente, sumando el aporte de un motor eléctrico a la de un propulsor de gasolina, en este caso más pequeño que el del GTI.
El nuevo deportivo 'electrificado' de Wolfsburgo gana en potencia, ya que el anterior GTE se conformaba con 204 CV, pero también en autonomía eléctrica, ya que su batería de 13 kWh (un 50% más generosa que antes) le permite recorrer hasta 60 kilómetros en modo cero emisiones. De hecho, el Golf GTE 2020 arranca en modo 100% eléctrico, siempre y cuando las baterías tengan suficiente carga para ello.
El sistema de propulsión consigue esos 245 CV de potencia y 400 Nm de par motor máximo al combinar el bloque de gasolina 1.4 TSI, turbo, de cuatro cilindros y con 150 CV de potencia, con un motor eléctrico de 85 kW (116 CV), una transmisión automática DSG de doble embrague, de seis relaciones, y con la citada batería de iones de litio.
Según Volkswagen, el GTE 2020 es capaz de circular en modo exclusivamente eléctrico hasta una velocidad de 130 km/h. En caso de superarla, o si la carga de la batería es insuficiente para circular en el llamado E-MODE, el sistema cambia automáticamente al modo Hybrid.
El modelo ofrece la posibilidad de conservar o cargar la batería sobre la marcha, mediante tres modos. El primero (indicado con el símbolo '='), permite mantener el nivel de la batería tal y como esté, el segundo ('∧') permite que se recargue hasta el nivel que se indique, y el último deja que la batería se descargue hasta el valor indicado ('∨').
Para lo anterior, el sistema de gestión electrónica del GTE incorpora funcionalidades que permiten utilizar información del GPS (orografía, desniveles, etc...) y de la ruta prevista, para calcular así como alcanzar (o bien mantener) el nivel de carga solicitado por el usuario.
En este caso, la suspensión es de tipo McPherson en el eje delantero y multibrazo en el trasero. Ya en opción, está disponible la suspensión adaptativa DCC (configurable mediante los modos de conducción). No obstante, el GTE solo está disponible con el diferencial electrónico XDS, que es de serie.
De manera opcional, este híbrido enchufable ofrece el llamado IQ.DRIVE, que incluye el asistente de viajes, que básicamente permite que el coche acelere, frene y mantenga el carril de manera automática en vías rápidas, hasta una velocidad de 210 km/h.
Entre el equipamiento de serie destacan los faros con tecnología de tipo LED (con una firma lumínica específica, en este caso de color azul), llantas de aleación de 17 pulgadas, pinzas de freno de color rojo, un spoiler de techo o la denominación GTE del portón trasero justo debajo del logotipo de Volkswagen. Por último, el GTE se distingue de sus hermanos GTI y GTD por la ausencia de salidas de escape visibles (el gasolina lleva una cola a cada lado y el diésel una cola doble a la izquierda).
Otras novedades de Volkswagen
En el habitáculo incorpora desde un cuadro de instrumentos específico de 10,25 pulgadas, que muestra información adicional de la versión, como el estado de carga de la batería o la autonomía, hasta un volante multifunción de nuevo diseño (con detalles en plata y azul), un pequeño selector para el cambio (como el del Golf convencional), la clásica tapicería de cuadros, en este caso con costuras azules, o la pantalla multimedia de 10,0 pulgadas.