Quizá el nuevo Jeep Avenger, flamante ganador del premio al Coche del Año en Europa 2023, se convierta en el nuevo superventas de la marca, pero en la actualidad es el Compass el que lleva la batuta dentro de la casa estadounidense en el aspecto comercial.
Al fin y al cabo, es un SUV enclavado en el segmento C, con un diseño que no pasa por alto entre la gente y con suficiente espacio para considerarse como el primer vehículo de una familia o de un cliente con todo tipo de aficiones.
Eso sí, la tradición 4x4 de Jeep se rompe en esta versión con híbridación ligera e-Hybrid, pues estamos ante un vehículo de tracción delantera con una altura libre al suelo normal, de 19,8 cm. De hecho, en la foto principal puedes ver una moldura flexible de plástico debajo del paragolpes delantero que roza incluso con bordillos elevados.
Galería: Prueba Jeep Compass 1.5 e-Hybrid 130 CV DDCT
Acertado diseño
Está claro que este coche no es un Wrangler, ni pretende serlo, pero la naturaleza asfáltica del Compass es precisamente algo que busca la mayoría de los clientes, por lo que se trata de una concepción lógica y racional.
Como decíamos antes, la imagen no es en absoluto anodina. De hecho, mezcla acertadamente rasgos camperos, como las protecciones de plástico del perímetro inferior de la carrocería o los pasos de rueda trapezoidales, con toques 'fashion'. Hablamos de la carrocería bicolor, de diferentes adhesivos exteriores o de unas bonitas llantas de aleación negras de 19 pulgadas, de serie en el acabado S, con neumáticos 235/45 de perfil bajo.
En este caso, se nota para bien la influencia de la antigua FCA (Fiat Chrysler Automobiles), ahora englobada dentro del gigante Stellantis, pues los diseñadores italianos siempre han sabido dar un toque llamativo a sus creaciones.
Cabina sobria y de calidad
Por su parte, el interior sí es algo menos estimulante para la vista, quizá demasiado sobrio. En general, emplea materiales de buena calidad y el ensamblaje está a prueba de asfaltos en mal estado o incluso adoquinados, en los que no suena ningún 'grillo' que demuestre o confirme algún desajuste entre piezas. Pero es una cabina algo sosa, la verdad.
A cambio, la ergonomía es buena, pues la pantalla central de 10,1 pulgadas se encuentra en posición flotante y la climatización se gobierna a través de mandos tradicionales (también es posible emplearla con el monitor). La postura al volante deseada se encuentra con rapidez, la información disponible en la instrumentación digital configurable (10,25 pulgadas) resulta completa y el equipo de sonido Alpine suena realmente bien.
Espacio interior y maletero
Por habitabilidad, el Jeep Compass se encuentra en un punto intermedio. El espacio trasero para las piernas es bastante bueno, pero no tanto el de la cabeza, sobre todo si equipamos el techo panorámico (1.815 euros), lo que limita las plazas posteriores a adultos de talla media.
Tampoco es una referencia la capacidad del maletero, 424 litros. A cambio, el plano de carga se puede poner a dos alturas para poder obtener una superficie plana en el caso de abatir los asientos. De serie, el coche lleva un kit reparapinchazos. Curiosamente, el portón eléctrico tiembla ligeramente al comenzar a abrirse.
Tecnología e-Hybrid
El sistema de hibridación ligera del SUV norteamericano es una primicia en el mercado, pues es el primero que permite mover el coche empleando solo el pequeño motor eléctrico de 20 CV (modo EV en la instrumentación). Así, en maniobras de aparcamiento o a bajas velocidades por la ciudad, se asemeja a un híbrido no enchufable. Por supuesto, el modelo porta la etiqueta Eco.
La mecánica de gasolina, un bloque turbo de 1,5 litros y 130 CV, no tiene un rendimiento tan destacado como otros propulsores de este tipo. Por ejemplo, el 1.5 TSI del Grupo Volkswagen, el nuevo 1.5 T-GDi de Hyundai/Kia o el motor tricilíndrico 1.5 del Grupo BMW. Eso sí, no suena ni vibra nada.
Consumo y prestaciones
Pese a esa mayor 'pereza', el Compass firma unas prestaciones suficientes para largos recorridos: 193 km/h de punta y 10,0 segundos en la aceleración de 0 a 100. Además, el consumo es bastante racional, con una media de 7,0 litros cada 100 kilómetros, mezclando principalmente recorridos interurbanos con algo de ciudad.
En cuanto a la transmisión, es la automática de doble embrague DDCT, con siete velocidades y modo manual-secuencial a través del selector (no hay levas). Sin duda, no supone una referencia por rapidez frente a la DSG o la DCT de Renault aunque, salvo en momentos puntuales, suele pasar desapercibida.
Jeep Compass e-Hybrid, comportamiento
En el plano dinámico, el Compass es un todocamino bien aplomado e insonorizado, con una suspensión que sujeta bien la carrocería y una dirección de tacto directo, pero poco informativa.
Quizá no sea de los SUV más precisos a la hora de trazar curvas (posiblemente, por la propia dirección), si bien se puede circular rápido por tramos técnicos teniendo una grata sensación de control sobre el coche. Es más, el Compass ha servido de base técnica para el Alfa Romeo Tonale, que pretende ser la referencia dinámica del segmento.
Entre las curiosidades al volante, podemos citar que no hay programas de conducción o que, al engranar la D para iniciar la marcha, no se desactiva automáticamente el freno de estacionamiento electromecánico. Además, en una ocasión, la frenada automática de emergencia actuó después de que yo pisara el pedal del freno, tras el aviso sonoro.
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Precios del SUV estadounidense
La gama e-Hybrid del Compass está disponible desde 38.950 euros con los acabados Longitude, Night Eagle, Limited y S. Es una tarifa a medio camino entre las marcas generalistas y las premium, que es precisamente donde se quiere situar Jeep con este vehículo.
En el caso de la versión S, la más exclusiva, el equipamiento de serie incluye climatizador automático bizona, acceso y arranque sin llave, navegador, sistema multimedia Uconnect compatible con Android Auto y Apple CarPlay, faros LED y un completo surtido de ayudas electrónicas a la conducción.
Jeep Compass 1.5 e-Hybrid DDCT