Entre los radares fijos, los de tramo, los instalados en obras, los helicópteros Pegasus o los drones, raro es que evitemos una multa en un desplazamiento en cuanto nos despistemos con la velocidad máxima permitida o hagamos un mal uso del teléfono móvil.
¿La cosa puede ser peor? Puede, puede, porque podrían llegar los temidos radares térmicos, destinados a aquellos tramposos que se cuelan en los carriles de coches compartidos viajando en solitario.
Estas cámaras vienen equipados con una célula térmica con la que se detecta el número de pasajeros de los vehículos. Así, por ejemplo, si entras sin un acompañante en el carril Bus-VAO de la autovía A-6 para acceder a Madrid, te llevarías una merecida 'receta'.
Galería: Radares de velocidad (fijos y móviles)
Funcionarán en Lyon
De momento, quédate tranquilo si has hecho esa pillería, porque son radares que, primero, se van a poner en marcha en la ciudad francesa de Lyon durante este segundo semestre del año.
Obviamente, estas cámaras también serán capaces de realizar una fotografía al vehículo que está infringiendo la norma porque, de lo contrario, no tendrían valor para multar el uso incorrecto de esos carriles.
Igualmente, el sistema tendrá capacidad de captar viajeros 'especiales', como un bebé que viaja a contramarcha en la parte trasera. ¿Y si el coche lleva cristales tintados? Eso no supone ningún impedimento para controlar cuántas personas van dentro.
Más noticias de radares
La pregunta del millón es si estos radares térmicos llegarán finalmente a España. Lógicamente, no hay nada oficial de momento, pero ya sabes que Pere Navarro, máximo responsable de la DGT, aboga por controlar la circulación con este tipo de medidas, con lo cual no sería nada descabellado su aterrizaje.
Es público y notorio que en España la picaresca está a la orden del día y te hemos contado en alguna que otra ocasión qué hace la gente para acceder a los carriles de coches compartidos. Por ejemplo, llevar una muñeca hinchable en el asiento del acompañante. Con estos radares, se acabarán estas situaciones.
Fuente: Le Figaro