Hace un siglo, en las calles adoquinadas de Tours (Francia), el mundo del automovilismo fue testigo de la aparición de un diseño que cambiaría el paradigma de la ingeniería de los coches de carreras.
Fue en el Gran Premio de Francia de 1923, donde el Bugatti Type 32 'Tank' hizo su debut en competición. En 2023 se cumple un siglo de la introducción de este revolucionario vehículo, testimonio de la ingeniosa ingeniería y la visión de futuro de Bugatti.
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El Tank, un cambio radical en el diseño de los coches convencionales, sacudió el panorama de las carreras con su carrocería en forma de ala de avión, lo que le valió el nombre.
Ettore Bugatti, el genio detrás de esta innovación, reconoció pronto que la aerodinámica desempeñaría un papel crucial en la mejora del rendimiento en competición.
Con una carrocería que cubría el motor de ocho cilindros y 2,0 litros, el Tank destacaba entre la flota de coches de carreras estándar. La innovación de Bugatti quedaba aún más patente en el chasis suspendido, los frenos hidráulicos delanteros y la exclusiva transmisión 'transeje' de tres velocidades y marcha atrás.
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El Tank, pilotado por Ernest Friderich, fue el gran protagonista del Gran Premio y consiguió un respetable tercer puesto. Aunque el Tank tuvo una breve carrera en el mundo de los Grand Prix, las lecciones que mostró fueron decisivas para Bugatti.
La creencia pionera de que la aerodinámica podía desempeñar un papel fundamental en la mejora del rendimiento de los coches de carreras quedó demostrada de forma concluyente con su sucesor espiritual, el Bugatti 57G.
Este vehículo dominó las carreras de resistencia en la década de 1930, consiguiendo la victoria en el Gran Premio de Francia de 1936 y en el ilustre Le Mans de 1937.
En la actualidad, el Type 32 sigue siendo la encarnación de la visión pionera de Bugatti y se erige como testimonio perdurable del compromiso de la marca con la ingeniería innovadora. Se construyeron cinco Type 32, uno de los cuales está expuesto en el Musée National de l'Automobile de Mulhouse (Francia).
Desde allí, el clásico de Bugatti sigue inspirando e influyendo en el diseño de futuras generaciones de coches de carreras y de producción, como los radicales hiperdeportivos que Bugatti crea en la actualidad.
Fuente: Bugatti