Piensa por un momento lo que puedes hacer en menos de 42 segundos. Con un Bugatti Chiron, alcanzar los 400 km/h desde parado y, a continuación, detenerlo por completo. Sí, como suena. Comprenderás que esta hazaña, completada en 41,96 segundos, ha supuesto un récord del mundo para un vehículo de producción.
El piloto elegido para lograr la plusmarca fue Juan Pablo Montoya, antiguo piloto de la F1 y, actualmente, enrolado en la IndyCar. El colombiano, de 41 años, disfrutó al máximo de la experiencia: "El Chiron es tan rápido que te quita el aliento. Pero no solo eso, porque es muy estable y da una total sensación de seguridad y confianza".
La maniobra fue supervisada y certificada oficialmente por SGS-TÜV Saar, compañía especialista en inspección y pruebas. En poco más de tres kilómetros (3.112 metros, concretamente), el Chiron y Montoya batieron el récord, que será presentado y divulgado en el salón de Frankfurt 2017.
Ya sabes que el biplaza francés está dotado de un motor W16, de 8,0 litros y con cuatro turbocompresores, que entrega 1.500 CV. Con el limitador electrónico de velocidad, alcanza, como máximo, 381 km/h. Pero, accionando el mando Top Speed, situado en la puerta, supera con holgura los 400 km/h.
En esta prueba, no solo entró en acción el propulsor, sino también el equipo de frenos. Está compuesto por discos carbocerámicos, de 420 milímetros de diámetro, los delanteros, y 400, los traseros. Por su parte, las pinzas anteriores tienen ocho pistones de titanio, mientras que las posteriores llevan seis. Durante la maniobra, estos componentes detuvieron al Chiron en apenas 491 metros y 9,3 segundos.
Si este récord te parece estratosférico, prepárate, porque, en 2018, Bugatti intentará asaltar otra plusmarca con su superdeportivo: superar una velocidad máxima de 431,072 km/h, registro logrado con el Veyron 16.4 Super Sport en 2010. Montoya está rezando para que le vuelvan a elegir de piloto...