El especialista delta4x4, habituado a convertir en máquinas todoterreno todo tipo de modelos, acaba de presentar su último proyecto, basado en el que es probablemente el todocamino más lujoso y exclusivo del mercado actual, el Rolls-Royce Cullinan.
Para empezar, el SUV de Goodwood se ha alejado aún más del suelo, gracias en parte a cambios en la suspensión (unos 15.000 euros por un aumento de 8 centímetros), pero también a un juego de llantas de 20 pulgadas de diámetro, calzadas con neumáticos todoterreno de mayor perfil.
Galería: delta4x4 Rolls Royce Cullinan Off Road
Las llantas antidesllante en cuestión, denominadas Real Beadlock, equipan neumáticos todoterreno Mickey Thompson Baja Boss de 33 pulgadas de alto, que cuestan 15.000 euros. Las necesarias extensiones de los pasos de rueda para poder montarlas, suman otros 14.000 euros.
Dado su enfoque off-road, cobra sentido instalar una baca de techo con portaequipajes (desde 8.000 euros), que incluye palas, bidones de agua, cajas para guardar equipamiento, planchas de desatasco o rescate, iluminación auxiliar en la parte frontal (2.500 euros) o incluso una tienda de campaña, si se quiere.
Tampoco faltan una defensa metálica delantera (3.900 euros) que también incorpora focos PIAA de iluminación auxiliar, guardabarros en los cuatro pasos de rueda o una chimenea o snorkel para aumentar la capacidad de vadeo del SUV británico.
A todo lo anterior se pueden sumar unas protecciones de bajos o un sistema de escape que proporciona mayor potencia al propulsor, un mejor sonido y que, además, también está protegido ante posibles impactos.
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En principio, el motor 6,7 litros V12 biturbo no recibe cambios, aunque delta4x4 asegura que gana algo de potencia gracias al nuevo escape, por lo que podría ofrecer más de los 571 CV y 850 Nm de par motor que desarrolla de serie.
En total, el Cullinan de delta4x4 es 15 centímetros más alto que uno recién salido de fábrica, y pesa nada menos que 2,7 toneladas. El paquete completo de preparación, eso sí, asciende a 150.000 euros, sin contar el coche que sirve como base, que roza los 300.000 euros en Europa.