Los coches eléctricos son pesados, caros y tienen una autonomía relativamente baja, al menos la mayoría. Junto a la infraestructura de recarga, estos son los principales retos de la movilidad eléctrica, pero los fabricantes siguen investigando de cara al futuro.
La firma francesa Citroën, por ejemplo, acaba de desvelar un prototipo de SUV eléctrico que es ligero y económico, y que supone un vistazo a la movilidad de cero emisiones del futuro. Se llama Citroën Oli y luce un diseño de lo más llamativo.
Galería: Citroën Oli
Un B-SUV ligero y modular
La primera apuesta por la movilidad eléctrica urbana fue el pequeño Ami, pero ahora le ha llegado el turno a un modelo SUV pensado para el segmento B-SUV, que mide 4,20 metros de largo y, según la marca, apuesta por la practicidad, pero también por un precio bajo y una buena autonomía.
El objetivo de Citroën es que este SUV eléctrico pese solamente 1.000 kilogramos, por lo que ha eliminado muchos elementos superfluos y ha optimizado la propia construcción del vehículo. La marca destaca que las ventanillas, por ejemplo, están curvadas, de tal forma que la luz, y por tanto el calor, pueden pasar por ellas y reducir el uso del aire acondicionado.
Del mismo modo, el pequeño parabrisas también se diseñó para que el aire, al fluir a través de una hendidura en el capó, se elevara por encima del techo para mejorar la eficiencia aerodinámica.
¿Sistema multimedia? Un smartphone
El habitáculo, de llamativo color rojo, también persigue la eficiencia, gracias a un suelo de cartón reciclado y prensado, cuatro asientos formados por solamente tres componentes (y no 41 como los habituales) o un salpicadero que no cuenta con pantallas, ya que cuenta con un soporte para poner el propio teléfono móvil o smartphone.
La intención de la marca es que el teléfono del usuario sirva para todo lo relacionado con la navegación o lo multimedia. "¿Por qué hacer un software multimedia para coches cuando los smartphones están una o dos generaciones por delante?", ha declarado la propia Citroën.
En la parte delantera del vehículo, por cierto, el capó da acceso a un pequeño maletero, cuya cubierta está hecha también con cartón reciclado y prensado, capaz de soportar el peso de un adulto. En la zaga destaca un aspecto más de pick-up, con zonas acristaladas y un techo deslizante.
Objetivo: 400 km de autonomía
Además del punto de mira puesto en la tonelada de peso, Citroën quiere que este Oli ofrezca una autonomía de 400 kilómetros, con el mismo motor y la misma batería de 40 kWh del Citroën ë-C4. Si echamos cuentas, el fabricante estima un consumo de energía de apenas 100 kWh cada 100 kilómetros, que resulta muy bajo.
¿Cómo lo conseguirá? Pues al parecer, además de gracias a un peso contenido, limitando la velocidad máxima a 110 km/h. Cabe destacar que el puerto de carga para la batería está en la parte delantera, oculto por el nuevo logotipo de color rojo de la marca gala. De momento, eso sí, Citroën no ha anunciado un precio objetivo para este futuro modelo.
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