La mayoría de la gente ve una trail de 125 cm3 como un juguete o una herramienta de entrenamiento. Las máquinas de octavo de litro no suelen ofrecer la capacidad de transportar mucho equipaje, pero eso no significa que no puedan estar a la altura de las motos de mayor tamaño. Al menos, ese fue el enfoque de Manuel Vieira cuando cogió una Yamaha TW125 y la convirtió en un vehículo todoterreno, preparado para el apocalipsis.
Como restaurador de coches clásicos, Vieira tiene una amplia experiencia en trabajos a la carta. Incluso modificó la moto de trial, de su hijo de siete años, para disputar el Campeonato Portugués de Trial.
También se aferra a las técnicas de la vieja escuela, evitando en su taller las impresoras 3D o los diseños desarrollados por CAD. Esa mentalidad clásica empujó al constructor portugués a favorecer la función sobre la forma, en su proyecto Jumatsu TransWorld.
En primer lugar, Vieira tuvo que desmontar por completo la TW125, que no arrancaba, ya que el motor se había estropeado en una vida anterior como moto de carreras 'flat track'. Equipada con una nueva capa de pintura, un subchasis personalizado y un pistón nuevo y brillante, la vieja Yamaha volvió a la vida, pero Vieira no había terminado.
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Posteriormente, el preparador creó un gran depósito de gasolina y un guardabarros trasero a partir de moldes de fibra de vidrio y se centró en mejorar la capacidad de carga de la pequeña moto japonesa.
Con sendos portaequipajes en ambos guardabarros y un remolque enganchado en la parte trasera, la Jumatsu TransWorld podría rivalizar contra las motos de tipo touring modernas, a la hora de transportar equipaje.
Aunque la TW125 está preparada para transportar, eso no significa que no pueda enfrentarse a todo lo que ofrecen los senderos. Para poder atravesar el agua, Vieira ha colocado la toma de aire por encima del guardabarros trasero. Asimismo, la cabeza de una pala sirve de cubrecárter, protegiendo el tren de rodaje de las grandes rocas y de la grava.
Los faros dobles LED iluminan el camino cuando se pone el sol y la bandera que luce en todo lo alto mejora la visibilidad durante el día. Con la Jumatsu TransWorld, Vieira priorizó los largos recorridos con la capacidad off-road y la TW125 personalizada debería demostrar que las motos del octavo de litro no son mucho más que meros 'juguetes'.
No estamos seguros hasta qué punto es legal circular con esta moto personalizada por nuestro país. Tenemos serias dudas de que pasase la homologación, pero lo que sí tenemos claro es que nos encantan estos proyectos y la imaginación de sus creadores.
Fuente: Ridepart.com