Si te decimos que el segmento de moda en la actualidad es el de los todocaminos, no te estamos descubriendo una gran novedad. Todos los fabricantes tienen su atención fijada en esta sección del mercado y Mazda no está dispuesta a renunciar a su parte. Con los CX-3 y CX-5 cubren la zona media y baja de la categoría. Sin embargo, les falta completarla por arriba, con un gran SUV.
Y ahí reside la novedad, en forma de CX-8, un modelo orientado a la familia. Si primero conocimos el interior, hace unos meses, ahora el fabricante oriental ha desvelado la carrocería de su próximo modelo.
El resultado final no puede ser más satisfactorio. Mazda se ha inspirado en el código estilístico de sus últimas creaciones. Por resumirlo de una forma sencilla, guarda un enorme parecido con el CX-9, un modelo que se comercializa en Estados Unidos y con el que comparte plataforma, así como la misma distancia entre ejes: 2,93 metros. De momento, el Mazda CX-8 2018 solo se comercializa en el país del sol naciente.
Mazda también ha confirmado que el nuevo todocamino equipará una mecánica turbodiésel SKYACTIV-D con 2,2 litros de cilindrada y 190 CV. Junto a ella, encontramos una transmisión automática con convertidor de par y 6 velocidades. Una combinación más que suficiente para mover las generosas dimensiones del vehículo, que anuncia una longitud de 4,90 metros.
Además, otra particularidad de este modelo es que puede ofrecer una configuración interior con seis o siete plazas, algo que agradecerán las familias más numerosas. Sin duda, la suma de factores da como resultado un vehículo muy apetecible en el viejo continente. Esperemos que los responsables de la marca japonesa decidan traerlo a Europa. Hasta donde sabemos, su comercialización en Japón se producirá antes de que acabe el año.