El caso del coche eléctrico que hoy ponemos a prueba es digno de estudio. A fin de cuentas, cuando hablamos del Honda e 2020, lo hacemos de uno de los modelos que más expectación ha levantado en los últimos años. Obviamente, gran parte del interés viene dado por su diseño, marcadamente vintage, que recuerda a los Civic de los años 70.

Unos trazos que, por cierto, ya mostraba el prototipo Honda Urban EV, que se presentó en el salón de Frankfurt 2017. Y ya sabemos que, cuando una marca se atreve a convertir un concept en un modelo de calle, sin demasiados cambios estéticos, el resultado suele ser muy aplaudido.

El segundo aspecto que nos hizo no perder de vista a este coche urbano fue la elevada carga tecnológica que prometió incluir desde su fase como concept car... y que no ha defraudado en el coche de producción. Pero de su futurista salpicadero, y sus seis pantallas, hablaremos más adelante...

Después de conducirlo y antes de entrar en la parte técnica, si tuviéramos que resumir qué es el Honda e 2020 en una sola frase, tal vez, hablaríamos de un diseño inigualable, en el que se combinan líneas rectas y curvas por igual, un interior espectacular y un dinamismo sorprendente para un coche urbano... que te invita a disfrutar de un tramo de curvas.

Todo, envuelto en una carrocería de cinco puertas, con las dimensiones idóneas para moverse por la ciudad, y con una autonomía que, precisamente, limita bastante su empleo a las grandes urbes y sus alrededores. Sin duda, como leerás más adelante, más por el plano energético que por el dinámico.

Porque no nos engañemos: junto al precio, el reducido alcance total, cifrado entre 210 y 222 kilómetros en ciclo WLTP, podría considerarse uno de sus puntos débiles. Y usamos el condicional porque, según apunta la marca, el conductor europeo medio no hace más de 40 kilómetros al día. Visto así, tiene todo el sentido...

Pero dejemos a un lado el diseño, del que podríamos pasarnos horas hablando y descubriendo detalles a cada cual más sorprendente, como el hecho de que la tapa del punto de recarga, que se encuentra sobre el capó, esté terminada en vidrio, en lugar de optar por otro material más común.

Acceder al interior es algo así como pasar a otra dimensión... en todos los sentidos. De hecho, la carga tecnológica es tal, que podría llegar a abrumarte; sobre todo, en un coche de su categoría.

Inspirado en el salón de una casa, el habitáculo incluye más pantallas que botones físicos. Bromas aparte, el Honda e 2020 ofrece seis monitores: uno para la instrumentación de 8,8 pulgadas, dos para el sistema multimedia, de 12,3 pulgadas, cuyo contenido se pueden intercambiar conductor y acompañante, y otros tres más para proyectar las imágenes que llegan desde las cámaras retrovisoras (las laterales, son de 6,0).

Porque si no lo sabías, ya te lo confirmamos nosotros: este Honda es el primer modelo del mundo que, de serie, sustituye todos los espejos por cámaras. Al menos, si hablamos del acabado Advance, el más completo de los dos que se ofrecen.

Primera prueba del Honda e 2020

Más allá de que estos nuevos retrovisores ofrecen un periodo de aprendizaje (más de una vez, te estirarás como si hubiera un espejo), es cierto que están bien situados y que proyectan la imagen con gran calidad. Además, ofrecen dos modos de visión, uno normal y otro ensanchado, aunque para activarlo, hay que navegar por varios menús, lo que hace que el proceso sea poco intuitivo.

En el caso del central, puede pasar de pantalla a espejo tradicional con tan solo accionar una palanca, por lo que queda a decisión del conductor cuál de las dos tecnologías emplear.

La única duda que nos queda es saber cómo funcionarán de noche en condiciones de baja visibilidad, ya que solo los hemos podido conducir a la luz del día. La única excepción ha sido algún túnel, en el que nos ha parecido que la calidad de la imagen seguía siendo buena.

Por dentro, también hay algunas funciones que siguen manejándose desde mandos físicos, como la transmisión directa de una velocidad, el climatizador (¡bien!), los mandos de las luces... Dicho esto, con 3,90 metros de largo, 1,75 de ancho y 1,51 de alto, en términos de habitabilidad, está homologado para cuatro ocupantes. Y lo cierto, es que el espacio no es malo, ni mucho menos.

Delante, conductor y acompañante viajan con amplitud, aunque puede que echen de menos detalles como el reglaje eléctrico de los asientos o un cargador inalámbrico, mediante inducción, para el smartphone. Detrás, para un adulto de 1,80 metros, las cotas son justas, pero sin llegar a tocar con la cabeza en el techo o con las rodillas en el respaldo del asiento.

Respecto al maletero, debe conformarse con unos modestos 171 litros de capacidad que, básicamente, es la cifra necesaria para dar cobijo a dos maletas que puedan considerarse como equipaje de mano.

En este sentido, se nota la ubicación del motor y el hecho de optar por un tren trasero de tipo McPherson. Por último, a la hora de abatir los asientos, hay que hacerlo por completo, en lugar del clásico 60/40 que ofrecen la mayoría de modelos. En ese caso, el espacio asciende a 571 litros.

Pasando a la parte mecánica, los 315 Nm de par máximo que se envían directamente a las ruedas traseras provienen de un motor eléctrico síncrono, de imanes permanentes que, como ya hemos adelantado, queda colocado en posición central-trasera.

Sobre esta base, la firma japonesa ha estructurado una gama con dos escalones de potencia: 100 kW (o 136 CV) para la variante de acceso, y 113 kW (o 154 CV), para el Honda e Advance, que declara un tiempo de 8,3 segundos en la prueba de aceleración de 0 a 100 km/h, frente a los 9,5 del menos potente. Eso sí, en todos los casos la velocidad máxima es la misma, ya que está autolimitada a 145 km/h (150 de marcador).

La batería es de iones de litio, Panasonic produce las celdas, la ensambla Honda en Japón y cuenta con una capacidad total de 35,5 kWh. En términos de autonomía homologada, como hablábamos unas líneas más arriba, este dato se traduce en un máximo de 222 kilómetros, en ciclo WLTP, salvo que se opte por la opción más potente con llantas de aleación de 17 pulgadas, en la que desciende a 210.

Primera prueba del Honda e 2020

La presentación internacional se ha llevado a cabo en Valencia y nuestra prueba ha tenido lugar por la capital y sus alrededores, con rutas de entre 90 y 105 kilómetros.

De salida, con la batería cargada al máximo, el ordenador de a bordo estimaba 157 kilómetros, mientras que nuestro consumo medio durante el recorrido se ha quedado en los 18,1 kWh cada 100 kilómetros, sin llevar a cabo una conducción especial o demasiado cuidadosa. Un dato que es 0,1 kWh mayor que el dato homologado. Desde luego, es una excelente noticia, en términos de eficiencia.

Al volante, la sensación es que el gasto es moderado en ciudad, muy bueno en carreteras secundarias y regular en autopistas, el escenario donde parece sufrir en mayor medida.

Primera prueba del Honda e 2020

La toma de carga se ubica en la parte central, junto a otros muchos componentes, de cara a asegurar un reparto de pesos del 50% para cada eje. Si se carga a 7,4 kW, con un enchufe de tipo 2 de corriente alterna, la batería se puede reabastecer por completo en poco más de cuatro horas (4,1 horas, para ser exactos). Ahora bien, en una toma doméstica de 2,3 kW, el tiempo aumenta hasta las 18,8 horas.

El sistema también ofrece la opción de recargas rápidas de hasta 100 kW, aunque lo máximo que 'tolera' es una toma de corriente continua de 50 kW, en la que se puede obtener el 80% de la capacidad en apenas media hora.

Y lo mejor de todo, es que, durante la parada, puedes entretenerte con el sistema multimedia, enlazarte a la red wifi o, incluso... ¡jugar a tus videojuegos favoritos! Porque sí, incluye una toma HDMI para conectar una videoconsola como la Super Nintendo Classic Mini, con la que hemos vuelto a los 12 años en la presentación, 'viciándonos' al Mario Kart.

Volviendo al tema de la carga, Honda incluye los dos cables en el precio del coche, tanto el de tipo 2 como el de tipo 3, mientras que ofrece dos tipos de wallbox para instalar en casa: el Honda Power Charger, que ofrece hasta 7,4 kW y cuesta 1.120 euros más instalación, y el Honda Power Charge S, que ofrece hasta 22 kW y cuesta 1.580 euros más instalación.

En líneas generales, en marcha, el rendimiento es muy satisfactorio. El coche ofrece una gran calidad de rodadura y no es hasta a partir de unos 110 km/h cuando se escucha un ligero ruido aerodinámico (imaginamos que procedente de la toma recarga, ubicada sobre el capó).

El Honda e 2020 se mueve con agilidad por la ciudad, gracias a su gran capacidad de aceleración y a su reducido radio de giro (4,3 metros). Pero también, en virtud de una dirección asistida variable (y muy precisa) y de un chasis muy afinado. En este sentido, también influye el centro de gravedad bajo del conjunto, fomentado por una batería que se ubica lo más abajo posible, entre ambos ejes. Además, para ser un coche eléctrico, 'solo' pesa 1.467 kilos.

Y en carretera, esas bondades se magnifican, porque te encuentras ante un coche que hoy en día es de lo más parecido que existe a un kart, pero sin llegar a ser seco de suspensión o brusco de reacciones. De hecho, que equipe unos neumáticos Michelin Pilot Sport 4, en lugar de unos de baja resistencia a la rodadura, ya te da una pista de cuáles son sus intenciones...

Volviendo al ámbito de uso menos 'petrolhead', ofrece dos modos de conducción, Normal y Sport, así como un sistema de conducción de un solo pedal. Sin activarlo, ya se ofrece la posibilidad de modular la regeneración de energía del sistema, en tres posiciones, desde 0,04 hasta 0,1 G, que es el máximo permitido por la legislación europea para que el coche comience a detenerse, sin que se accionen las luces de freno.

Si se activa el modo de pedal único, en el momento que se levanta el pie del acelerador, el efecto de 'freno motor' alcanza los 0,18 G, permitiendo la conducción solo actuando sobre el pedal derecho. En este caso, se puede reducir el efecto, mediante las mencionadas levas, hasta los 0,1 G.

Primera prueba del Honda e 2020

En términos de ayudas electrónicas a la conducción, el Honda e 2020 adopta la última evolución del paquete Honda Sensing. Esto significa, básicamente, que a elementos ya conocidos como el control de velocidad de crucero adaptativo e inteligente o los sistemas de control de ángulo muerto, de mantenimiento de carril o de reconocimiento de señales de tráfico, añade algunas novedades interesantes.

Por ejemplo, el aviso de que el coche delantero reinicia la marcha, el sistema de frenada de emergencia automática a baja velocidad, frente a obstáculos, o un nuevo sistema de aparcamiento asistido. Este 'gadget' recibe el nombre de Honda Parking System y permite estacionar en línea o batería, con o sin líneas, o en diagonal con líneas.

Ahora bien, lo más llamativo, es que apenas necesita la acción del conductor. De hecho, basta con pulsar el botón que lo acciona, pulsar en la pantalla el sitio en el que queremos a aparcar y volver a pulsar el mando de puesta en marcha; a partir de ahí, el coche gestiona por sí mismo el acelerador, el freno, la dirección y la transmisión. Todo, acompañado por un completo sistema de visión periférica.

Respecto a los precios, la gama arranca en los 34.800 euros de la versión de acceso y finaliza con los 37.800 euros del Advance de 154 CV, indistintamente del tipo de llanta de aleación escogido. ¿Qué ofrece esta versión además de mayor potencia? Elementos de equipamiento adicionales como el sistema de aparcamiento asistido, el retrovisor interior digital o el sistema de audio Premium.

¿Más opciones? Ninguna salvo la pintura metalizada, que cuesta 600 euros en los colores Azul Cristal, Negro Cristal, Blanco Platino y Modern Steel (el Amarillo Energético no tiene sobrecoste). 

Aunque ya se admiten pedidos, las primeras unidades no llegarán a los concesionarios hasta el mes de junio. Y, en la primera fase de comercialización, solo se ofrecerá el Honda e Advance (indistintamente, con llantas de 16 o 17 pulgadas). El modelo de acceso, aterrizará a finales de 2020 o ya a comienzos de 2021. 

Para finalizar, existe una opción de financiación con la marca para el Advance, con 10.000 euros de entrada, 36 cuotas de 399 euros y un valor final garantizado de 16.254 euros. Y si te preocupa la garantía, diremos que es de cinco años para el coche, ocho años o 160.000 kilómetros para la batería y 12 años para la estructura.

Honda e Advance

Motor Eléctrico síncrono, de imanes permanentes
Potencia 154 CV / 315 Nm
Caja de cambios Directa
0-100 km/h 8,3 s
Velocidad máxima 145 km/h (autolimitada)
Consumo 18 kWh/100 km
Tracción Trasera
Peso en vacío 1.467 kg
Número de asientos 4
Capacidad del maletero 171 l
Precio base 37.800 euros