Hace ya dos años que apareció el Ford Mustang GT de 1968 utilizado originalmente en el rodaje de la icónica película Bullitt, de Steve McQueen, que durante décadas se creyó perdido, o incluso destruido. Ahora, este mítico 'pony car' se ha subastado por la friolera de 3,74 millones de dólares, tal y como auguramos el pasado mes de agosto, lo que equivale a unos 3,36 millones de euros. 

Estas cifras lo convierten en el Ford Mustang más caro jamás subastado, pero también en el 'muscle car' más costoso en la historia de las subastas. Su dueño ha pagado más de mil veces los 3.500 dólares que costó originalmente el modelo en la época. La subasta, organizada por la casa Mecum Auctions, tuvo lugar el pasado 10 de enero. 

El coche en cuestión, en color 'Highland Green', fue modificado para la producción de Hollywood (aunque en realidad se utilizaron dos unidades del mismo coche). Se prescindió de los logotipos originales de Ford (la razón no está del todo clara), se oscureció la parrilla delantera y se alteró el motor V8 'big block' de 330 CV para aumentar la potencia (culatas modificadas, carburación, inyección electrónica, etc...) e incrementar el sonido que emanaba de sus escapes. Además, se reforzó la suspensión y se instalaron amortiguadores Koni ajustables, entre otras cosas.

Se trata del coche utilizado en la mítica persecución de Bullitt, en la que el teniente Frank Bullitt, interpretado por McQueen, perseguía por las calles de San Francisco, durante una escena de 10 minutos, a un Dodge Charger de color negro en su Mustang GT del 68.

Actualmente, este Mustang GT acumula unos 74.000 kilómetros en el contador, ya que hasta que fue guardado bajo llave en 1995 (aunque llevaba más de una década sin apenas uso), pasó por las manos de unos cuantos dueños, incluido el empleado del estudio 'Warner Bros' que se quedó con el coche al acabar el rodaje de la película.