Los avances en la tecnología de los últimos años han hecho que, al hablar de coches autónomos, no lo hagamos con vistas a un futuro lejano. Aquí entran en juego los sensores, las cámaras, los sistemas de posicionamiento por satélite o GPS, los radares de corto alcance y otros dispositivos que, poco a poco, han ido integrando los vehículos.

Aunque también es cierto que aún quedan algunos asuntos que aclarar respecto a la legislación de los vehículos 'sin conductor', en materia de seguridad vial, de responsabilidad en caso de accidente, de tratamiento de datos, de ética y de infraestructura.

Galería: BMW Serie 5 2017 prototipo autónomo

De ahí que surjan preguntas recurrentes sobre distintos aspectos. Por ejemplo, acerca de la convivencia entre estos automóviles y los convencionales, así como con otros usuarios de la vía, como pueden ser bicicletas y peatones, saber si será el conductor o el fabricante el responsable en caso de accidente, el nivel de protección que tendrán los datos recogidos por estos vehículos de conducción automatizada o las infraestructuras que serán necesarias para la implantación del, hasta ahora, nivel más alto sobre el papel: el número 5.

Mientras el Parlamento Europeo debate sobre todas estas cuestiones, los informes siguen apuntando a que la siniestralidad en carretera se podría reducir, paulatinamente, conforme vayan llegando las distintas actualizaciones de esta tecnología. La razón radica en que el error humano es responsable del 95% de los accidentes en vías de toda la Unión Europa.

Además, se asume que estos vehículos sin conductor estarán también cada más 'conectados', de manera que puedan ayudar a mejorar la fluidez del tráfico, así como a reducir el nivel de emisiones de gases contaminantes a la atmósfera.

Por no hablar de que, por supuesto, la automatización total o nivel 5, abriría las puertas al libre transporte de personas con problemas de movilidad.

Dicho esto, ¿cuáles son los niveles de conducción autónoma?

Nivel 0

Es el tipo de conducción que lleva persistiendo durante las últimas décadas y el que, hasta hace relativamente poco tiempo, se concebía como único. Hablamos de aquel en el que el ser humano es el responsable de todo lo que sucede durante la circulación; es decir, hay un conductor que tiene el control absoluto.

Nivel 1

Aquí es donde realmente podemos empezar a hablar de una ligera evolución de esta tecnología, que más bien podríamos catalogar como 'conducción asistida'. Por ejemplo, al nivel 1 pertenece el sistema de alerta por cambio involuntario de carril, así como el control de velocidad de crucero, entre otros.

En definitiva, son funciones que permiten cierta comodidad en la conducción, pero que siguen necesitando de la responsabilidad absoluta del conductor, en cuanto al control del coche se refiere.

Los niveles de conducción autónoma

Nivel 2

También se puede denominar 'automatización parcial'. Aquí entran en juego aquellos sistemas, que a diferencia de los anteriores, son capaces de replicar varias tareas ordenadas por el conductor. En este sentido, encontramos, por ejemplo, el control de crucero adaptativo o el sistema de aparcamiento automático; este último, en su evolución que es capaz de actuar sobre el volante y los pedales.

En el mercado, podemos encontrar actualmente automóviles que incluyen hasta un nivel 2 de conducción autónoma.

Nivel 3

Llegados a este nivel, tenemos que hablar de un punto y aparte, ya que el vehículo será capaz de llevar a cabo funciones automatizadas, al tiempo que analiza el entorno para poder actuar o tomar decisiones que al conductor no le da tiempo a realizar o incluso que no lleva a cabo por un despiste.

Primera prueba Audi A8 2018

Igualmente, el ser humano se mantiene imprescindible en su posición al volante durante toda la circulación. Al nivel 3 se le conoce como de 'automatización condicional' y, a partir de 2020, podríamos verlo implantado y homologado en algunos coches de nueva factura.

Y decimos esto, porque, por ejemplo, el Audi A8 que probamos el año pasado ya lo ofrecía como extra, pero, por temas de legislación, no puede equiparse en Europa. Por el momento, está en fase de pruebas en carretera abierta.

Nivel 4

Estamos en un salto importante, en cuanto a que se refiere a "vehículos sin conductor". En el nivel 4 o de 'automatización alta', los automóviles serán capaces de hacer prescindible al conductor casi en su totalidad, aunque la estructura y los componentes del habitáculo seguirán siendo similares a los de los vehículos convencionales.

La tecnología incorporada en el coche hará una lectura constante del entorno, guiando con seguridad a los ocupantes hasta el destino. El conductor tan solo tendrá que indicar el lugar al quiere desplazarse, pudiendo tomar el control del coche en el momento que quiera, aunque no debería ser necesario hacerlo en prácticamente todo el trayecto.

En este nivel y en el siguiente, hay que tener en cuenta que no todo depende del vehículo en sí, sino que la posibilidad de 'comunicación' con otros coches y con las infraestructuras en general será clave. También está planificada su implementación antes de 2030.

Los niveles de conducción autónoma

Nivel 5

El objetivo del proyecto es, sin duda, la 'automatización plena', en la que entran en juego vehículos sin volante ni pedales; es decir, desaparece el 'papel' de conductor por primera vez en todos los niveles que hemos visto.

Será en ese momento en el que la función de conducir sea sustituida por cualquier otra que pueda realizarse dentro del habitáculo del automóvil.

Las órdenes de guiado al destino se llevarán a cabo mediante voz o a través de dispositivos móviles, aunque el futuro será el que nos diga cómo se implantará, si llega a producirse tal y como la entendemos ahora.

Según el Parlamento Europeo, a partir de 2030, podríamos empezar a conocer la verdadera conducción autónoma de nivel 5.

Fuente: Europarl