Has tenido mala suerte. Ibas circulando con tu coche cuando un testigo se ha encendido en la instrumentación. ¿Qué puedes hacer?

Lo primero es fijarte en el color del símbolo: si es verde resulta meramente informativo; si es amarillo deberías revisarlo en cuanto pares; y, por último, si es rojo, lo mejor es que localices un lugar seguro y detengas en vehículo lo antes posible, para evitar daños graves en la mecánica. 

Para intentar ayudarte en situaciones como esta, hemos hecho esta lista con los siete testigos más 'peligrosos', tanto para el conductor como para el coche, de cara a explicar su significado a través de fotos. Y lo más importante, te deseamos que nunca los veas encendidos.

Testigo del airbag y el pretensor de cinturones

Testigo del airbag y el pretensor de cinturones

Por lo general, si un testigo como este se enciende en color rojo, significa que hay una avería en los airbags del coche. Aunque no impide seguir circulando, conviene repararlo cuanto antes ya que, en caso de accidente, podrían no funcionar los airbags y los pretensores de los cinturones.

¡Ojo! No confundas este testigo con el que indica que el airbag del acompañante está desactivado. ¿La forma de diferenciarlo? En este último supuesto, se encenderá en amarillo un testigo como el de la imagen que, por lo general, tiene el número 2 a la derecha.

Testigo de pérdida de presión en los neumáticos

Testigo de pérdida de presión en los neumáticos

Es un testigo de color amarillo, lo que significa que es un problema categorizado como leve... aunque muy molesto. Y es que si lo ves en tu cuadro de instrumentos, indica que alguna de las ruedas ha perdido presión. O que has pinchado... con todo lo que eso implica.

Por otro lado, si el testigo parpadea, lo más probable es que uno de los sensores que miden la presión esté defectuoso.  

Testigo de temperatura del refrigerante del motor

Testigo de temperatura del refrigerante del motor

Existen muchos modelos que no cuentan con un termómetro que muestre la temperatura del refrigerante, pero, en su lugar, incorporan este testigo de color rojo, que se enciende cuando el nivel de líquido refrigerante es insuficiente, o bien, cuando la temperatura del motor es excesiva.

Si se ilumina, lo mejor que puedes hacer es detener el coche en un lugar seguro, comprobar visualmente el nivel de líquido refrigerante, ya que la avería podría deberse a una fuga, y esperar a que el motor se enfríe. ¡Ojo! No intentes abrir el tapón del refrigerante o podrías quemarte.

Si el nivel de refrigerante es suficiente y, al arrancar se enciende el testigo de nuevo, para y llama a las asistencias. Si sigues circulando, podrías causar una avería de miles de euros. 

Testigo de batería

Testigo de batería

Si un testigo con forma de batería se enciende con el motor en marcha, significa que el alternador, que es el encargado de alimentar los sistemas eléctricos del coche, no está cargando la batería. Por eso, lo más recomendable en esta situación es detener lo antes posible el vehículo, apagar el motor y llamar a la asistencia en carretera de tu seguro.

Si no paras, la batería se descargará por completo y podrías quedarte sin dirección asistida, servofreno o refrigeración en el motor. En última instancia, incluso, el coche podría pararse en marcha.

Testigo de fallo en el sistema de frenos

Testigo de fallo en el sistema de frenos

En esta ocasión, hemos recopilado dos testigos en uno: el de fallo en el sistema antibloqueo de frenos ABS, que por lo general se ilumina en amarillo, y el testigo que indica una falta de líquido en el sistema de frenos, que suele encenderse en color rojo.

En el caso del primero, si se enciende durante la marcha, hay una avería en el ABS. En principio, aunque el sistema de frenos seguirá operativo, lo recomendable es llevarlo a reparar cuanto antes, ya que lo normal es que también se desactiven el reparto electrónico de frenada y el control de estabilidad.

En cuanto la a luz roja, en la mayoría de los casos se enciende por falta de líquido en el sistema. Lo mejor que puedes hacer es detenerte cuanto antes y llevar el coche al taller, ya que podrías quedarte sin frenos.

Testigo de fallo en el sistema de emisiones

Testigo de fallo en el sistema de emisiones

Es uno de esos indicadores que no salen baratos. En la mayoría de los coches, si parpadea con el motor en marcha, significa que hay una avería que podría afectar al catalizador. Incluso, el motor podría pasar a funcionar en un 'modo de protección', en el que ofrecería unas prestaciones muy reducidas. Si esto sucede, lo más rentable será parar y acudir al taller más cercano.

Por otro lado, si el testigo se enciende de forma permanente, indica un fallo en el control de emisiones y, si conduces un coche con filtro de partículas (la mayoría de motores turbodiésel modernos lo incorporar), podría dañarse irreversiblemente.

Testigo de presión del aceite

Testigo de presión del aceite

Suele iluminarse en rojo cuando la presión del aceite es insuficiente para lubricar el motor. En la mayoría de las ocasiones, se debe a que el nivel de aceite es demasiado bajo, así que si se enciende en marcha, lo mejor que puedes hacer es detenerte en cuanto puedas. 

Si no lo haces, podrías gripar el motor y, en el peor de los casos, se podrían bloquear las ruedas motrices. Sin duda, el testigo de presión del aceite es uno de los más temibles.