La fecha que llevaba tanto tiempo marcada en rojo en el calendario por fin llegó. El pasado 18 de noviembre, más de cincuenta lectores de Motor1.com España, y nuestra página hermana, Motorsport.com España, disfrutaron del Curso de Conducción y Nuevas Tecnologías BOSCH.
¿Qué hicieron para conseguirlo? Simplemente, apuntarse a través del formulario publicado en ambos sites, porque la actividad era completamente gratuita. De este modo, divididos en dos grupos (mañana y tarde), disfrutaron de un inmejorable día de conducción, en un escenario de lo más apropiado: la Escuela RACC de Conducción Segura y Eficiente de Madrid (en Moraleja de Enmedio).


Ante todo, aprender de la tecnología
Tras un reconfortante desayuno, la jornada comenzó con la siempre necesaria charla teórica, en la que se expusieron datos referentes a la actividad de BOSCH en el mundo y se mencionaron algunos de los ejercicios prácticos que se iban a llevar a cabo durante el día. Una explicación técnica que corrió a cargo de Lorenzo Jiménez, responsable de marketing de Mobility Solutions de BOSCH España, y Francisco Fernández, director de Motor1.com España.

A partir de ahí, los participantes se repartieron a través de las cuatro zonas: pruebas de ABS y ESP, sistema de aparcamiento asistido y semiautónomo, control de crucero adaptativo y sistema activo de alerta por cambio involuntario de carril y, por último, sistema de control del ángulo muerto y de frenada de emergencia automática en ciudad.

La importancia del ABS y el ESP
La primera prueba, llevada a cabo sobre una plataforma deslizante, tenía como objetivo descubrir la importancia del funcionamiento del sistema antibloqueo de frenos ABS y del control de estabilidad ESP.
Para ello, los conductores se dirigían hacia el asfalto mojado, siempre a la misma velocidad (unos 50 km/h), con y sin ayudas electrónicas a la conducción, antes de que la mencionada plataforma les hiciera perder el control. ¿El objetivo? Comprobar la gran diferencia que se observa en las reacciones del coche. Lógicamente, con los sistemas activos, la maniobra para controlar la trayectoria del vehículo siempre era más sencilla y segura. Sin duda, tan ilustrativo como divertido.



Aparcar ya no es un problema
En esta segunda zona, se probaban dos sistemas: el de aparcamiento asistido y el de estacionamiento semiautónomo. En el caso del primero, se llevaba a cabo con un Citroën C4 Picasso y un Volkswagen Tiguan, que se enfrentaban a plazas en línea y en batería... para sorpresa de los conductores, que miraban mientras el coche hacía gran parte del trabajo. A fin de cuentas, ellos solo tenían que manejar el selector del cambio y los pedales del acelerador y el freno.



Sin embargo, la segunda parte fue todavía más impresionante. A fin de cuentas, primero disfrutaban con un BMW Serie 5, que era capaz de entrar y salir de frente, de la plaza de aparcamiento, gracias a una función de la llave digital Display Key (más parecida a un smartphone que a una llave, por cierto).


Como colofón a la prueba, un Mercedes-Benz Clase E All-Terrain se ocupaba de aparcar por sí mismo, sin nadie al volante. ¿Su única ayuda? Un experto monitor... y un smartphone con la aplicación adecuada.


Más seguridad en carretera
La tercera prueba era territorio Volkswagen. En ella, un Passat y un Golf GTD demostraban el buen funcionamiento de dos sistemas altamente recomendables: el control de velocidad crucero adaptativo y el sistema activo de cambio involuntario de carril.

En carretera abierta, el primero, conocido en Volkswagen como ACC, ofrece varias funciones: mantiene la velocidad a la que se mueve el vehículo, así como la distancia con el coche precedente, al tiempo que es capaz de detenerse por completo y reiniciar la marcha por sí mismo (siempre que se equipe un cambio automático, eso sí).
El segundo, llamado Lane Assist, se ocupa de mantener el automóvil dentro del carril, llevando a cabo ligeras correcciones sobre la dirección, cuando el conductor se descuida.

Atento al ángulo muerto
En la última zona, se ponía a prueba el sistema de control del ángulo muerto, una ayuda especialmente útil, sobre todo, cuando se circula por autopista. En ella, un Citroën Grand C4 Picasso y un Jaguar F-PACE circulaban casi a la par, quedando uno de ellos en la franja de visibilidad reducida.
De este modo, un testigo luminoso se encendía en el retrovisor cuando detectaba el coche que circulaba en paralelo, para avisar del peligro. En segunda instancia, si se obvia este aviso, al poner el intermitente, el indicador parpadea y, en algunos casos, se llega a emitir una señal acústica.

Frenada de emergencia
Por último, llegaba el turno de experimentar la sensación que provocaba el sistema frenada de emergencia automática en ciudad, a bordo del 'infalible' Volkswagen up! Tras alcanzar una velocidad que variaba entre los 15 y los 30 km/h, el coche se clavaba, literalmente, antes de llegar a impactar con un obstáculo simulado. Todo, sin la menor intervención del conductor.

Con todas las enseñanzas asimiladas, tras la foto de grupo, llegó la entrega de diplomas. Para finalizar, la comida, junto a las personas que acudieron en el segundo turno. A partir de ahí, vuelta a empezar...
Agradecemos la cesión de los coches para la realización del curso a: BMW, Citroën, Jaguar, Mercedes-Benz, MINI, Skoda, Volkswagen y Volvo. También, el préstamo de unas magníficas bicicletas eléctricas Scott, con tecnología BOSCH, a la tienda especializada Mammoth.

