Desde el año 2014, Wiesmann no ha dejado de trabajar para volver a la escena automovilística. Ahora sabemos que ha cerrado un nuevo acuerdo con BMW para que suministre de motores al fabricante artesanal alemán y así poder volver a producir, en serie, sus exclusivos deportivos. El contrato significa que los futuros modelos de Wiesmann equiparán bloques V8, procedentes de la división deportiva de la marca, BMW M.
El anuncio de Wiesmann no entra en detalles sobre las especificaciones del motor que utilizarán sus productos. Así las cosas, el último M5 equipa el propulsor V8 TwinPower Turbo, de 4,4 litros, que desarrolla 600 CV de potencia, lo que debería ser suficiente para los futuros cupés de Wiesmann.

Wiesmann y BMW, asociación perfecta
"La firma de este acuerdo con BMW, nuestro socio preferido, es un hito para Wiesmann Sports Cars", dijo Mario Spitzner, consejero delegado de Wiesmann Sports Cars GmbH. "En la fase de predesarrollo, que ya ha concluido, hemos trabajado de forma óptima y estamos encantados de colaborar con BMW. Nuestra cooperación es fundamental para desarrollar y posicionar con éxito Wiesmann Sports Cars".

La firma artesanal alemana todavía no ha confirmado la fecha en que tendrá listo su nuevo modelo, desde que cesó la producción en el año 2014. Los hermanos Martin y Friedhelm Wiesmann fundaron la compañía a finales de los años 80 del pasado siglo. Sin embargo, con la fabricación del MF30, en 1993, fue el momento de mayor esplendor de la marca.
Ese deportivo mezclaba una imagen retro con un poderoso motor, procedente de BMW. De hecho, todos los modelos posteriores que fabricó Weismann siguieron esa línea hasta el momento de su cierre definitivo. En el año 2015, Berry y Anita Tatalovic adquirieron la compañía con la esperanza de revivirla.

El último modelo de Wiesmann antes de su desaparición fue el GT MF4-CS, que conmemoró el veinticinco aniversario de la empresa, especializada en deportivos. Se presentó en público en el salón de Ginebra de 2013 y equipaba una mecánica V8 turboalimentada con 4,4 litros de cilindrada, procedente de BMW. Desarrollaba 420 CV de potencia, alcanzaba una velocidad máxima de 293 km/h y aceleraba, de 0 a 100, en solo 4,4 segundos.